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    Ríos y drenajes colapsan: 41 mil toneladas de basura arriesgan la temporada de lluvias en el Valle de México

    La Ciudad de México y el Estado de México han retirado en los primeros diez meses de 2025 más de 41,000 toneladas de basura de alcantarillas, ríos de aguas negras y vasos de regulación pluvial, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Entre los objetos retirados se encuentran colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas, llantas, autopartes y hasta carrocerías de automóviles, que no solo afectan la infraestructura hidráulica, sino que representan un grave riesgo ambiental y sanitario para la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).

    Basura y riesgo de inundaciones

    Citlalli Elizabeth Peraza Camacho, directora del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) de Conagua, explicó que la acumulación de desechos provoca taponamientos que dificultan el desfogue del agua pluvial, especialmente durante lluvias intensas. “La basura es un cáncer que nos afecta muchísimo. El primer paso es que no se tire basura en las calles, porque eso genera encharcamientos y tapones en alcantarillas y rejillas”, señaló.

    La saturación del drenaje ha tenido consecuencias directas en la población: recientes trombas afectaron a más de 3,500 viviendas en la capital y 8,000 familias en municipios del Estado de México, con inundaciones que dañaron negocios, escuelas y centros religiosos. El azolve de los ríos, combinado con hundimientos diferenciales del suelo, reduce la pendiente de los cauces y limita el flujo de las aguas, exacerbando los riesgos de desbordamiento.

    El Valle de México cuenta con cuatro principales salidas para el drenaje profundo: Túnel Emisor Central (135 m³/s), Túnel Emisor Oriente (150 m³/s), Túnel Emisor del Poniente (80 m³/s) y Gran Canal de Desagüe (40 m³/s), sumando un total de 405 m³ por segundo. Sin embargo, los residuos sólidos bloquean los equipos de bombeo y elevan la probabilidad de inundaciones, lo que evidencia la necesidad de limpieza constante y participación ciudadana.

    Impacto ambiental y conciencia ciudadana

    La acumulación de basura no solo afecta la infraestructura, sino también el medio ambiente. Los desechos sólidos alteran la calidad del agua, impiden la filtración natural y generan focos de contaminación que amenazan la flora, la fauna urbana y la salud pública. Especialistas advierten que mantener limpios ríos y drenajes es fundamental para reducir riesgos ante eventos extremos de lluvias, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.

    El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha registrado lluvias intensas en intervalos muy cortos, situación que sobrepasa la capacidad de drenaje. Fabián Vázquez Romaña, coordinador general del SMN, señaló que estos eventos extremos seguirán aumentando en intensidad y frecuencia, lo que hace urgente la limpieza de los cuerpos de agua y la adopción de hábitos responsables por parte de la ciudadanía.

    La Conagua enfatiza la importancia de la colaboración social: evitar tirar basura, participar en jornadas de limpieza y descacharrización y reportar desbordamientos contribuye directamente a la prevención de inundaciones y al cuidado ambiental en la metrópoli. La gestión eficiente de residuos y la conciencia ciudadana son clave para reducir riesgos pluviales y proteger la infraestructura hidráulica, así como la salud y seguridad de millones de habitantes.

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