Las mayores economías del mundo intensificaron su guerra comercial con medidas recíprocas en transporte marítimo, tierras raras, madera y semiconductores. La tensión amenaza la tregua acordada y genera incertidumbre sobre la reunión pendiente entre Donald Trump y Xi Jinping, mientras mercados y empresas analizan los impactos inmediatos y estratégicos.
Aranceles portuarios que tensionan los mares
Este martes entraron en vigor aranceles portuarios recíprocos. Estados Unidos aplica un recargo de 50 dólares por tonelada neta a buques chinos, que aumentará anualmente hasta 2028, mientras que Pekín responde con tarifas equivalentes para embarcaciones de propiedad, operación o bandera estadounidense.
La medida busca responder a acusaciones de Washington sobre prácticas desleales en la industria marítima y naval. Las principales navieras que cotizan en Nueva York, como ZIM, Danaos y Genco Shipping, retrocedieron entre un 4% y 7% en los últimos días. Además, China inició una investigación sobre el impacto de los aranceles estadounidenses, anticipando posibles “medidas apropiadas” para proteger sus intereses.
Tierra rara y tecnología, nuevas cartas estratégicas
China reforzó su control sobre las tierras raras, esenciales para vehículos eléctricos, pantallas y turbinas eólicas. El país concentra más del 70 % de la producción y casi 90 % del procesamiento global. Las nuevas restricciones incluyen licencias obligatorias para empresas que utilicen materiales con más de 0,1 % de origen chino y para tecnologías vinculadas a su extracción y reciclaje, alegando motivos de seguridad nacional.
Washington mantiene su política de limitar la venta de chips avanzados y equipos de fabricación de semiconductores a empresas chinas, lo que derivó en represalias de Pekín, incluyendo investigaciones antimonopolio y exhortos a reducir la dependencia de procesadores estadounidenses.
Madera, muebles y presión arancelaria adicional
EE. UU. impuso aranceles del 10 % a madera aserrada y blanda importada y del 25 % a ciertos muebles, gabinetes y tocadores. China, uno de los principales proveedores, se ve directamente afectada, mientras Reino Unido, la UE y Japón quedaron exentos. La medida aumenta los costes de acceso de exportadores chinos y genera presión sobre los mercados de insumos y logística internacional.
El presidente Trump advirtió que, si China no revierte sus restricciones a tierras raras, aplicará un arancel adicional del 100 % a todos los productos chinos a partir de noviembre, poniendo en riesgo la tregua vigente desde agosto.
Reunión entre líderes en la cuerda floja
La cumbre de la APEC en Corea del Sur, donde se esperaba un encuentro entre Trump y Xi, está en duda tras la escalada reciente. Aunque en septiembre acordaron permitir la operación de TikTok en EE. UU. y establecer un acercamiento preliminar, el aumento de tensiones pone en suspenso cualquier reunión formal.
Analistas advierten que esta escalada podría afectar cadenas de suministro, flujos comerciales y estabilidad de mercados globales, mientras empresas y gobiernos ajustan estrategias ante la creciente incertidumbre.
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