El empresario Elon Musk ha planteado una idea revolucionaria para el transporte: un tren submarino ultrarrápido capaz de conectar Londres y Nueva York en solo 54 minutos. Este proyecto ambicioso contempla la construcción de un túnel submarino que permitiría a los trenes alcanzar velocidades de hasta 4,828 km/h (3,000 mph), gracias a un sistema de vacío y vehículos presurizados que eliminarían casi por completo la resistencia del aire.
¿Cómo funcionaría el tren submarino?
Según Newsweek, el sistema operaría creando un vacío en el túnel submarino, lo que reduciría la fricción del aire y permitiría velocidades extraordinarias. Esto representa una innovación sin precedentes en el transporte transatlántico. Sin embargo, los desafíos técnicos y financieros para desarrollar esta tecnología son considerables.
Costos astronómicos y barreras técnicas
El costo estimado para construir este tren submarino asciende a 20 mil millones de dólares, según The Sun. Musk asegura que su compañía, The Boring Company, podría reducir significativamente los costos, afirmando en un mensaje en X (antes Twitter) que el proyecto podría realizarse por «miles de veces menos». A pesar de estas promesas, los expertos subrayan que el proyecto enfrenta desafíos técnicos considerables y requerirá avances significativos en ingeniería e infraestructura.
Comparación con sistemas de transporte actuales
Si se logra construir, este tren submarino podría reducir dramáticamente el tiempo de viaje entre Europa y América del Norte. Actualmente, los vuelos comerciales tardan entre 7 y 8 horas en cruzar el Atlántico. En contraste, el tren más rápido del mundo, el Shanghai Maglev de China, alcanza una velocidad máxima de 460 km/h, muy por debajo de la propuesta de Musk.
Además, el tiempo necesario para construir un túnel de esta magnitud podría extenderse durante décadas o incluso siglos, como lo sugiere Newsweek, al comparar el proyecto con el Túnel del Canal entre el Reino Unido y Francia, cuya construcción tomó más de 20 años.
Alternativas futuristas: aviones supersónicos y cohetes espaciales
El tren submarino no es la única propuesta para revolucionar el transporte transatlántico. La empresa Boom Technology está desarrollando el XB-1, un avión supersónico capaz de cruzar el Atlántico en 3.5 horas, mientras que Musk también trabaja en el proyecto Starship de SpaceX, una nave espacial que podría transportar pasajeros entre Londres y Nueva York en menos de 30 minutos, alcanzando velocidades de hasta 29,000 km/h (18,000 mph).
Desafíos económicos y logísticos
Aunque Musk asegura que su empresa puede reducir significativamente los costos del proyecto, la falta de un plan detallado o cronograma oficial plantea dudas sobre su viabilidad. Además, un proyecto de esta envergadura requeriría cooperación internacional sin precedentes, dado que implica construir infraestructura masiva a través del océano Atlántico.
¿Un sueño lejano o una realidad futura?
El tren submarino ultrarrápido propuesto por Elon Musk tiene el potencial de transformar el transporte global, pero actualmente permanece en el ámbito de lo especulativo. Los costos, las barreras técnicas y la complejidad logística colocan este proyecto como un desafío monumental.
Mientras tanto, la innovación en transporte continúa avanzando con alternativas como los aviones supersónicos y las naves espaciales, lo que podría acelerar la forma en que viajamos a nivel global en un futuro cercano. The Sun y Newsweek coinciden en que, aunque las ideas de Musk son visionarias, el camino hacia su realización sigue siendo largo e incierto.
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