México y Estados Unidos sostuvieron el pasado martes una reunión de alto nivel sobre cooperación marítima, apenas días después de que fuerzas estadounidenses atacaran cuatro embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico en aguas del Pacífico, provocando la muerte de catorce personas. El encuentro se dio en un contexto diplomático tenso, marcado por reclamos de Colombia y Ecuador, que acusan a Washington de violar el derecho internacional.
Cancillería mexicana reitera cooperación, pero marca límites
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que el canciller Juan Ramón de la Fuente se reunió con el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, y el titular de la Secretaría de Marina (Semar), Raymundo Morales. Según el comunicado, la reunión se realizó “por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum”, con el objetivo de fortalecer la coordinación bilateral en materia marítima.
El mensaje oficial subrayó que “la principal prioridad es la salvaguarda de la vida humana en el mar” y el respeto a la soberanía nacional. Sin embargo, no hizo mención directa al ataque estadounidense ocurrido en aguas del Pacífico Oriental, donde solo un sobreviviente habría sido localizado por las autoridades mexicanas.
Durante una breve declaración conjunta, sin sesión de preguntas, De la Fuente afirmó que “México coopera con todos los países, pero no se subordina a ninguno. Actúa con responsabilidad regional, con vocación pacifista y universal”. El canciller enfatizó que la Semar “defiende los límites de las aguas mexicanas” y que la cooperación marítima “se mantiene dentro de los marcos legales internacionales”.
Horas antes, la Secretaría de Marina confirmó que mantiene activo “el operativo de búsqueda y rescate” de una persona sobreviviente a unos 830 kilómetros al suroeste de Acapulco. El reporte fue recibido a partir de una notificación de la Guardia Costera de EE. UU., aunque no se precisaron más detalles sobre la identidad del náufrago ni las circunstancias del ataque.
Confusión entre Marina y Presidencia sobre el sobreviviente
La versión de la Marina contrastó con la declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en su conferencia matutina aseguró que “ya se había rescatado a la persona que sobrevivió al ataque”. La mandataria explicó que solicitó una reunión con el secretario de Marina y el canciller para revisar el tema y “garantizar que se cumplan todos los tratados internacionales”.
“No estamos de acuerdo con estos ataques como se dan”, afirmó Sheinbaum, marcando distancia del operativo estadounidense que dejó catorce muertos y tensó la relación con países sudamericanos.
El secretario de Guerra de EE. UU., Pete Hegseth, confirmó ese mismo día que las fuerzas estadounidenses abatieron a 14 personas tras atacar cuatro lanchas “presuntamente pertenecientes a grupos narcoterroristas”. Detalló que 8 murieron en la primera embarcación, 4 en la segunda, y 2 en la tercera, con un sobreviviente aún sin localizar. No se ofreció información sobre la cuarta lancha.
América Latina reacciona ante acciones militares de Washington
El incidente en el Pacífico ha provocado un fuerte rechazo regional. El presidente colombiano Gustavo Petro acusó a EE. UU. de cometer un “crimen de guerra”, mientras Ecuador exigió explicaciones formales. Ambas naciones señalaron que el operativo se realizó sin autorización previa y fuera del marco del derecho internacional.
En México, el episodio reavivó el debate sobre los límites de la cooperación militar con Estados Unidos. Aunque la cancillería evitó confrontar abiertamente a Washington, el mensaje de De la Fuente buscó equilibrar la relación: mantener la colaboración en seguridad marítima, pero dejando claro que el país no aceptará injerencias que comprometan su soberanía.
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