Las autoridades de Michoacán identificaron a Osvaldo Gutiérrez Vázquez, alias “El Cuate”, como el presunto responsable del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Las investigaciones apuntan a que el homicida estaría vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y actuó bajo órdenes de “El Prángana”, uno de los operadores de confianza del grupo criminal en la región.
El asesinato que sacudió a Uruapan y puso en alerta al país
El crimen del edil, ocurrido el fin de semana, provocó indignación nacional. Carlos Manzo, quien se había enfrentado públicamente a las redes del narcotráfico en Michoacán, fue asesinado a balazos por un sicario que, según el informe preliminar, estaba bajo los efectos de metanfetamina y marihuana. El ataque reavivó el debate sobre la vulnerabilidad de los funcionarios municipales ante el poder de los cárteles.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla confirmó que el crimen fue ordenado por el crimen organizado, aunque evitó mencionar directamente al CJNG. Sin embargo, los indicios de la Fiscalía estatal señalan una línea clara hacia la estructura delictiva encabezada por los hermanos Ramón y Rafael Álvarez Ayala, conocidos como “R1” y “R2”, integrantes del círculo más cercano de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Los informes de inteligencia apuntan a que el móvil estaría relacionado con una serie de acciones de seguridad emprendidas por el alcalde contra grupos de narcomenudeo y extorsión que operaban en Uruapan. Manzo habría recibido amenazas semanas antes de su asesinato, pero decidió mantener su agenda pública y los recorridos en comunidades rurales.
‘El Cuate’, pieza del engranaje criminal de los Álvarez Ayala
“El Cuate”, identificado como un sicario con antecedentes por narcomenudeo y robo, habría sido reclutado por la célula delictiva de “El Prángana”, subordinado directo de los hermanos Álvarez Ayala. Estas figuras, conocidas por su brutalidad y su control sobre territorios clave, son señaladas por autoridades federales como parte del entramado que mantiene el CJNG en Michoacán.
Los hermanos Álvarez Ayala ayudaron en 2012 a “El Mencho” a evadir un operativo militar, consolidando así su influencia dentro del cártel. Desde entonces, han extendido su red de operaciones en Tierra Caliente y regiones colindantes con Jalisco, utilizando la violencia para eliminar a sus rivales y mantener el control de rutas de tráfico de drogas.
La muerte de Carlos Manzo ha puesto nuevamente el foco sobre el control que el CJNG mantiene en la región. Analistas advierten que el atentado no fue un hecho aislado, sino un mensaje directo a otros alcaldes que se niegan a cooperar con las organizaciones criminales.
Reacciones políticas y exigencia de justicia
El asesinato generó reacciones inmediatas. Desde Morena, partido del edil, hasta figuras de la oposición, se exigió una respuesta contundente del gobierno federal. “Es inadmisible que los cárteles sigan dictando las reglas en los municipios”, señalaron dirigentes políticos locales.
La Fiscalía de Michoacán mantiene un operativo especial para capturar a “El Cuate” y esclarecer si actuó por cuenta propia o siguiendo una orden directa de los altos mandos del CJNG. Mientras tanto, la familia de Carlos Manzo ha pedido respeto y justicia, recordando su labor como un alcalde comprometido con la seguridad de su municipio.
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