La multinacional española Telefónica confirmó que abandonará sus operaciones en México, Chile y Venezuela como parte de su nuevo plan estratégico 2026-2029. La medida marca el cierre definitivo de su presencia directa en Hispanoamérica, una región donde la empresa llevaba más de dos décadas operando y que llegó a representar un pilar clave en su expansión internacional.
Murtra anuncia un “giro total” hacia mercados rentables
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, hizo el anuncio durante la presentación del nuevo plan estratégico en Madrid. “Vamos a salir de Hispanoamérica”, declaró sin ofrecer un calendario específico, señalando que la decisión busca concentrar recursos en los mercados más rentables y con menor volatilidad económica.
Murtra explicó que la compañía seguirá enfocada en sus cuatro principales mercados: España, Reino Unido, Alemania y Brasil. “El futuro de Telefónica pasa por fortalecer su posición en entornos estables, digitalizados y con marcos regulatorios previsibles”, afirmó.
El anuncio coincidió con la publicación de los resultados financieros del tercer trimestre, que revelaron una caída del 11.3 % en los ingresos de su unidad Hispam (Chile, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela), al sumar 3,152 millones de euros. Las pérdidas globales ascendieron a 1,080 millones de euros hasta septiembre, en contraste con los 954 millones de euros de ganancias registrados en el mismo periodo del año anterior.
El fin de la etapa latinoamericana de Telefónica
La salida de México, Chile y Venezuela se suma a las recientes ventas de activos en Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador, concretadas entre el primer semestre de 2025 y finales de octubre. De este modo, la presencia de Telefónica en América Latina quedará prácticamente disuelta, salvo en Colombia, donde el acuerdo de venta todavía depende de condiciones regulatorias.
Murtra aclaró que la decisión de retirarse de Venezuela responde únicamente a razones empresariales. “No somos un actor político ni damos opiniones políticas. Esta decisión es parte del plan de reestructuración aprobado en 2019 y ratificado en 2025”, puntualizó.
El anuncio provocó la peor caída en el Ibex 35 para Telefónica en los últimos cinco años, con una pérdida superior al 8 % en un solo día, reflejo de la incertidumbre entre los inversionistas sobre el impacto a corto plazo de las desinversiones.
Mercados en transformación y presión tecnológica
Analistas señalan que la salida de México es especialmente significativa, ya que el país había sido considerado una pieza estratégica por su potencial de crecimiento digital y su cercanía con Estados Unidos. Sin embargo, la fuerte competencia local, los bajos márgenes y los costos regulatorios habrían debilitado su rentabilidad.
En su nuevo rumbo, Telefónica planea centrarse en la expansión de fibra óptica, inteligencia artificial y servicios en la nube en sus mercados principales, con una inversión de 10,000 millones de euros prevista hasta 2029. La empresa también adelantó que explorará nuevas alianzas con compañías tecnológicas europeas para reducir su dependencia del mercado latinoamericano.
Mientras tanto, en México, fuentes del sector de telecomunicaciones estiman que la salida de Telefónica podría acelerar la concentración del mercado entre Telcel y AT&T, reduciendo la competencia en segmentos clave como telefonía móvil y servicios corporativos.
La compañía española, que llegó al país en 2001 con la marca Movistar, logró posicionarse entre las principales operadoras móviles, pero nunca consiguió superar las limitaciones estructurales impuestas por la dominancia del operador local. Su retiro, aunque previsible, marca el fin de una era en el panorama de las telecomunicaciones mexicanas.
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