El influencer Roberto Carlos, conocido en YouTube como El Custodio, grabó un video en el que admite haber matado a tres personas en el Estado de México. En la grabación, difundida tras los hechos, asegura que actuó “en legítima defensa” ante supuestos invasores de su propiedad. Sin embargo, vecinos del fraccionamiento sostienen una versión distinta: el conflicto habría comenzado por un pleito de estacionamiento, y describen al hombre como agresivo y violento.
Vecinos contradicen la versión del influencer
En el video, de poco más de un minuto, el hombre se identifica con serenidad:
“Hola, mi nombre es Roberto Carlos, El Custodio en YouTube. Tuve que defenderme ya que estas personas eran invasoras de casa, me amenazaban con matarme y con invadir mi casa desde hace años. Tuve que aplicar legítima defensa, lo lamento, pero es así. Esto es lo que pasa por gente invasora, para C4 o para quien vea esto. Lástima para mi familia, discúlpenme, tenía que hacerlo”.
Las imágenes, según fuentes policiales, fueron grabadas minutos después del ataque, en el que tres personas —dos hombres y una mujer— fueron asesinadas con arma de fuego dentro de una vivienda del municipio de Tecámac, Estado de México.
La versión de los vecinos contradice la narración del propio Custodio. Varios residentes señalaron que el presunto agresor mantenía conflictos constantes con la comunidad y que el incidente habría sido el desenlace de una larga serie de altercados por lugares de estacionamiento y disputas vecinales.
Uno de los testimonios recabados por medios locales describe que “era una persona muy conflictiva, siempre discutía por cualquier cosa, incluso llegó a amenazar a varios vecinos”. Otros habitantes aseguraron que la supuesta “invasión” nunca ocurrió y que el influencer llevaba tiempo mostrando actitudes violentas, incluso fuera de cámara.
La doble cara de un creador de contenido
Roberto Carlos, conocido por su canal en YouTube donde se presentaba como El Custodio, había ganado notoriedad por publicar videos en los que hablaba de seguridad, enfrentamientos y casos policiacos. En sus publicaciones solía mostrarse como una figura de autoridad y defensor de la ley, aunque sin vínculos oficiales con corporaciones de seguridad.
En redes sociales, su perfil generaba reacciones encontradas: mientras algunos seguidores lo veían como un vigilante ciudadano, otros lo criticaban por su discurso agresivo. Su video final, dirigido a “C4”, un periodista de nota roja con el programa C4 en Alerta, parece haber sido grabado con la intención de dejar constancia de sus actos antes de entregarse o ser detenido.
Hasta ahora, las autoridades del Estado de México no han confirmado si el hombre fue arrestado tras los hechos. La Fiscalía General de Justicia mexiquense abrió una carpeta de investigación por homicidio calificado y revisa las circunstancias exactas en las que se produjeron los disparos.
Un caso que reabre el debate sobre la violencia cotidiana
El caso de «El Custodio» ha generado una fuerte discusión en redes sociales sobre la normalización de la violencia y el impacto que pueden tener las figuras digitales que promueven una cultura de confrontación. Mientras algunos justifican su versión de “legítima defensa”, otros destacan la facilidad con la que ciertos discursos se convierten en detonantes de tragedias.
Analistas advierten que el incidente refleja un fenómeno más amplio: la mezcla de frustración social, la exposición digital y la ausencia de mediación comunitaria en conflictos vecinales. En palabras de un especialista en seguridad consultado por medios nacionales, “la narrativa del enemigo y la defensa armada está penetrando en la vida civil con una rapidez alarmante”.
El nombre del Custodio ahora está ligado no a la figura del vigilante urbano que decía ser, sino a una tragedia que sacude a una comunidad y cuestiona los límites entre justicia personal y crimen.
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