El pleno de la Cámara de Diputados se convirtió en ring de boxeo verbal este 6 de noviembre de 2025, cuando legisladores de Morena, PRI, PAN y PT abandonaron la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026 para intercambiar insultos, amenazas y jaloneos de pancartas. El detonante: acusaciones por la inseguridad, el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y recortes presupuestales, que escalaron tensiones hasta un receso caótico.
La sesión, que ya había sido suspendida el día anterior por altercados, naufragó cuando el panista José Manuel Hinojosa pidió la palabra por alusiones personales tras intervenciones del PT. La presidenta en funciones, Paulina Rubio (PAN), la concedió, pero petistas la tildaron de «imparcial». «¡Quitémosle la presidencia!», gritaron, mientras Rubio exigía respeto.
Dolores Padierna (Morena) la acusó de «facciosidad» y Sergio Gutiérrez Luna sugirió reemplazarla por Raúl Bolaños-Cacho (PVEM). El caos creció con Ariana Rejón (PRI) en tribuna: «No hay dinero para medicinas, pero sí para casas de 100 millones del niñero del Bienestar y el vocero del narco». Añadió: «México es una prisión a cielo abierto; los caprichos de este gobierno derraman sangre».
Guerra de pancartas
El intercambio estalló cuando Arturo Ávila (Morena), vocero de su bancada, desplegó una manta contra Alejandro Moreno, líder priista: «Alito ladrón». Priistas, liderados por Carlos Mancilla, intentaron arrancarla entre empujones. «¡Asesino y cobarde!», retó Mancilla a Ávila, quien replicó: «¡Carroñeros!».
Mancilla gritó: «¡El miedo no anda en burro!», aludiendo a huidas previas. Ricardo Monreal (Morena) intervino para desactivar: «No tengamos imágenes de nadie; respetemos a los dirigentes y evitemos alusiones». Propuso que la presidencia niegue palabras para insultos, aunque sea un derecho reglamentario.
Rubén Moreira (PRI) irrumpió furioso por un WhatsApp de Ávila, acusándolo de amenazas: «¡Provocador!». Ávila negó: «¡Falso!». Nuevos retos a golpes amenazaron, hasta que José Elías Lixa (PAN) y Carlos Puente (PVEM) pidieron receso. Detrás de banderas, coordinadores –incluyendo Reginaldo Sandoval (PT)– pactaron tregua.
Desde palcos, priistas como Xitlalic Ceja y Rejón colgaron manta contra Ávila y Luisa María Alcalde (presidenta de Morena): «Mientras esta pareja de corruptos pasea en la playa, asesinan a los mexicanos». Morenistas, PT y PVEM jalaron, con forcejeos. Juan Moreno de Haro (PRI) fue acusado de empujar a Ruth Maricela Silva (PVEM).
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