Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y señalado en 1994 como el presunto segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, fue detenido este fin de semana en una vivienda de Tijuana, Baja California. La aprehensión reabre uno de los casos más polémicos en la historia política mexicana.
Reaparece una figura clave del magnicidio de 1994
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, Sánchez Ortega fue capturado el sábado 8 de noviembre en la colonia Los Reyes, dentro de una vivienda sin número ubicada sobre la calle De los Reyes. Elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) ejecutaron la orden de aprehensión y lo trasladaron ante un juez federal para determinar su situación jurídica.
El detenido fue puesto a disposición de la FGR en Tijuana como parte de una investigación reactivada sobre el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas. A pesar de que Mario Aburto fue condenado como autor material, la versión sobre un segundo tirador nunca fue descartada por completo y ha sido objeto de debate durante tres décadas.
Esta sería la segunda detención de Sánchez Ortega, quien ya había sido arrestado en 1994 en el mismo lugar donde ocurrió el crimen. En aquel momento, se le aseguró una chamarra con manchas de sangre, y una prueba de rodizonato de sodio dio positivo a residuos de pólvora, lo que generó sospechas sobre su posible participación directa.
Sin embargo, el juez federal a cargo del caso determinó que las pruebas no eran suficientes para dictarle una pena, por lo que fue liberado y el expediente quedó archivado. Desde entonces, el exagente del CISEN había mantenido un bajo perfil hasta que su nombre volvió a aparecer en investigaciones recientes.
La investigación revive tras 30 años del asesinato de Colosio
En 2024, la FGR volvió a incluir a Sánchez Ortega en la lista de posibles implicados, bajo una nueva línea de investigación impulsada por el propio órgano ministerial. No obstante, un juez federal detuvo el proceso en esa ocasión al considerar que “no existían pruebas sólidas” para su captura.
El reciente arresto ocurre apenas meses después de que la fiscalía reabriera el expediente del Caso Colosio para analizar inconsistencias en los informes originales, testimonios alterados y la posible manipulación de evidencias por parte de autoridades federales de la época.
Luis Donaldo Colosio, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, fue asesinado el 23 de marzo de 1994 durante un mitin en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana. Su muerte provocó un punto de quiebre en la política mexicana y dejó una herida abierta en el sistema político del país.
Hasta el momento, la FGR no ha emitido un comunicado oficial sobre los motivos de la detención ni las nuevas pruebas que habrían motivado la reaprehensión de Sánchez Ortega. Tampoco se ha confirmado si será trasladado a la Ciudad de México o permanecerá bajo resguardo en Baja California.
La defensa del detenido no ha ofrecido declaraciones, aunque fuentes cercanas a la investigación señalaron que el exagente se encuentra en delicado estado de salud debido a su edad avanzada.
A tres décadas del crimen, el Caso Colosio continúa generando nuevas revelaciones, teorías y controversias. Su desenlace, hasta hoy, sigue siendo una deuda pendiente con la verdad histórica.
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