Vera Wang, la legendaria diseñadora detrás de los vestidos de boda de Kim Kardashian, Ariana Grande y Victoria Beckham, volvió a desafiar el tiempo en la gala de los CFDA Fashion Awards 2025 el 3 de noviembre. A sus 76 años, desfiló por la alfombra roja con un look audaz –bralette negro de mangas amplias y falda blanca de seda hasta el suelo– que desató una tormenta viral: «¡Pacto con el diablo!», «¡Fuente de la juventud!» y «¡No envejece!» inundaron redes.
Wang desmiente magia: «Mantenerse en movimiento, dormir bien y evitar el sol excesivo», reveló en entrevistas. Confiesa indulgencias –»Me encanta una buena dona o hamburguesa»– y prioriza la pasión laboral.
«Lo que me preocupa del envejecimiento no son las arrugas, sino las limitaciones físicas», declaró, enfocada en crear y soñar.
Su rutina: yoga, caminatas y trabajo incansable en su imperio, que incluye líneas prêt-à-porter y colaboraciones. A los 76, dirige su marca con la energía de una debutante, vestida por celebridades en Met Galas y bodas millonarias.
Impacto en redes: De memes a inspiración global
El revuelo trasciende moda: Wang es símbolo de longevidad y confianza. Usuarios la comparan con Jennifer Lopez o Paulina Rubio, pero ella lo toma con gracia. «Ella no envejece», repiten; memes la muestran como vampiresa o con «pacto diabólico». En TikTok, trends recrean su look con 500 mil videos.
Críticos destacan: «A los 76, Vera desafía estándares; su estilo es elegancia sin fecha de caducidad». Su bralette, osado para cualquier edad, refuerza: la moda es actitud.
Wang, nacida en 1949 en Nueva York de padres chinos, revolucionó bodas con diseños minimalistas y modernos desde 1990. Vestir a Ariana (2014), Kim (2011) y Chelsea Clinton la catapultó. Hoy, su net worth supera 650 millones; su marca, sinónimo de lujo.
En los CFDA –»Oscars de la moda»–, recibió ovaciones. «Sigo creando porque amo; la edad es solo un número», dijo. Su aparición inspira: en una industria juvenil, Wang reina eterna.
Este «pacto con el diablo» no es sobrenatural: es disciplina, pasión y autenticidad. De la alfombra roja a pantallas globales, Wang enseña: envejecer es opcional si vives con fuego. A los 76, no solo diseña vestidos; diseña inspiración. ¿Próximo hit? Su línea eterna.
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