La presidenta Claudia Sheinbaum volvió a sostener un rotundo «sin comentarios» frente al Premio Nobel de la Paz concedido a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, quien logró llegar a Oslo tras un complejo operativo de salida de Venezuela. La mandataria reafirmó que México mantiene una postura invariable basada en la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y el uso del diálogo como vía para resolver conflictos, especialmente en medio de la crisis política venezolana que continúa en evolución.
Su respuesta llegó mientras crecía la atención internacional sobre el reconocimiento otorgado a Machado y el complicado viaje que realizó para recibir el galardón, lo que volvió a colocar a Venezuela en el centro del debate global.
México insiste en la no intervención
Durante su conferencia, Sheinbaum reiteró que México seguirá defendiendo principios diplomáticos que considera esenciales. Subrayó que la crisis venezolana exige prudencia y respeto a la soberanía, postura que ha sido constante a lo largo de la política exterior mexicana. La presidenta recalcó que la administración federal no emitirá juicios sobre decisiones que competen al pueblo venezolano, pese a la presión mediática y diplomática para fijar una postura más directa.
Sheinbaum mantuvo su línea: «México siempre va a defender la autodeterminación de los pueblos, la no invasión y la no injerencia». Esta posición busca evitar interpretaciones que puedan colocar al gobierno mexicano como actor activo en conflictos ajenos, sobre todo en un contexto hemisférico donde las tensiones con la administración de Nicolás Maduro continúan marcando la agenda continental.
La líder opositora venezolana, por su parte, logró llegar a la capital noruega tras un trayecto que incluyó una arriesgada salida marítima hacia Curazao y un vuelo de casi 9 mil kilómetros con escala en EE. UU. Su llegada a Oslo fue recibida por simpatizantes, a quienes saludó desde un balcón mientras entonaba el himno nacional de Venezuela. A pesar del agotamiento evidente, Machado aseguró que continuará denunciando lo que considera un gobierno «criminal» y pidió unidad a sus seguidores.
Sheinbaum evita entrar en terreno político
El premio fue anunciado en octubre por el Comité Nobel noruego, que destacó la «incansable labor» de Machado en defensa de los derechos democráticos y su esfuerzo para impulsar una transición pacífica hacia la democracia. El reconocimiento internacional, según el Comité, refleja la necesidad de visibilizar la situación venezolana y a quienes exigen garantías democráticas.
Sheinbaum evitó entrar en ese terreno político y se limitó a reforzar la visión diplomática mexicana, la cual mantiene distancia de reconocer o avalar posturas que puedan escalar tensiones. La mandataria consideró que el diálogo es la única vía sostenible para enfrentar conflictos como el venezolano, especialmente ante los rumores sobre la participación del gobierno de EE. UU. en la salida de Machado del país.
La situación reavivó el debate en torno al equilibrio diplomático que México intenta mantener frente a crisis internacionales. Especialistas sostienen que este tipo de posicionamientos buscan proteger la neutralidad mexicana en escenarios donde cada declaración pública puede detonar repercusiones políticas o diplomáticas.
Machado, entretanto, afirmó que el gobierno venezolano la acusa de terrorismo y pretende encarcelarla. Dijo que continuará apelando a la comunidad internacional para visibilizar las violaciones a los derechos políticos en Venezuela y exigir garantías mínimas para la oposición.
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