Una ballena jorobada de aproximadamente 8 metros de largo y 15 toneladas de peso fue encontrada sin vida en una playa de Mazatlán, Sinaloa. El cetáceo estaba enmallado en una red de pesca tipo chinchorro, utilizada para la captura de pez sierra.
Investigación de las causas de la muerte
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y autoridades municipales realizaron una inspección del cuerpo del animal. Aunque la ballena presentaba la roja enredada en su cuerpo, no se encontraron hendiduras en las aletas que indicaban que esta fue la causa directa de su muerte. Sin embargo, su piel mostraba daños por la fricción con la red.
Procedimiento de disposición del cuerpo
Siguiendo el Protocolo de Atención para Varamientos de Mamíferos Marinos, las autoridades procedieron a sepultar al cetáceo en la misma playa donde fue hallado, utilizando maquinaria pesada para evitar riesgos sanitarios y ambientales.
Reacciones de la comunidad científica y ambiental
Lucía Hernández, divulgadora científica, criticó en redes sociales la falta de vigilancia por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca). Señaló que el uso de redes chinchorro está prohibido en áreas de avistamiento de ballenas debido a su impacto negativo en la fauna marina, y que la negligencia en la supervisión pudo haber contribuido a la muerte de la ballena.
Llamado a reforzar la vigilancia y cumplimiento de normativas
La comunidad ambientalista instala a las autoridades a intensificar la vigilancia en las zonas de avistamiento de ballenas ya garantizar el cumplimiento de las regulaciones que prohíben el uso de artes de pesca peligrosas para la fauna marina. La falta de supervisión no solo pone en riesgo a las ballenas, sino también a la biodiversidad marina en general.