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    Esposa del Presidente de España se niega a responder en investigación por tráfico de influencias

    La esposa del presidente del Gobierno español, Begoña Gómez, investigada por presunta corrupción, llegó a la Asamblea de Madrid con una actitud inicialmente confusa, que luego dio paso a un tono desafiante, guardando silencio ante las preguntas relacionadas con el caso.

    La aparición de Gómez en el Parlamento de Madrid fue capturada por los medios, a pesar de la protesta de los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que intentaron evitar que se difundieran imágenes de la sala.

    Tras un breve revuelo, la sesión comenzó con una serie de preguntas directas que quedaron sin respuesta ante la mirada desafiante de Gómez, quien se negó a dar explicaciones.

    Silencio sepulcral

    «¿Quién contactó al rector de la Universidad Complutense? ¿Fue usted? ¿Su secretaria? ¿Su esposo?», «En julio de 2020, aunque no conteste, señora Gómez, nos gustaría saber quién recibió al rector. ¿Fue en la residencia de la Moncloa o en la sede de la Presidencia? ¿Cómo se acordó crear esa cátedra en tan solo dos meses?», preguntaron los legisladores madrileños.

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    También cuestionaron su vínculo con la universidad, los detalles de su nombramiento y la financiación de la cátedra extraordinaria que dirigió, pese a no cumplir con ciertos requisitos. «Su cátedra recibió 136.000 euros de cuatro empresas, sumándose luego otras 11 colaboradoras. Esto llama la atención, ya que de las 54 cátedras extraordinarias de la Complutense, la suya, de reciente creación, es de las mejor financiadas. ¿Es mérito suyo? ¿De la universidad? ¿De su marido?», insistieron los diputados, mientras Gómez permanecía en silencio.

    «Un objetivo político»

    La esposa del presidente Pedro Sánchez defendió públicamente su posición ante la comisión en el Parlamento regional de Madrid, presidido por la oposición, que investiga un presunto «trato de favor» de la Universidad Complutense, donde daba clases. Alegó que las denuncias tienen “un objetivo político evidente”.

    “Soy consciente de que tanto esta comisión como las denuncias judiciales tienen un objetivo político evidente”, afirmó.

    “Por ello, y siguiendo el consejo de mi abogado, me acogeré a mi derecho de no responder”, dijo Gómez, añadiendo: “Más pronto que tarde la verdad pondrá todo en su sitio”.

    Gómez también defendió su trayectoria profesional: “Desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia, he coordinado equipos, dirigido proyectos y asesorado a más de medio centenar de profesionales en el sector privado y en el tercer sector. Hace 12 años inicié mi colaboración con la Universidad Complutense”, señaló.

    Ampliación de la investigación

    En abril, un juez en Madrid abrió una investigación a Gómez por presunta corrupción y tráfico de influencias, sospechando que podría haberse beneficiado del cargo de su esposo. El magistrado Juan Carlos Peinado continúa el caso pese a dos informes de la Guardia Civil que no hallaron irregularidades y la opinión de la Fiscalía, que recomendó archivarlo.

    En octubre, el juez amplió la investigación para determinar si Gómez incurrió en “apropiación indebida” de un software desarrollado para la cátedra de la Complutense que ella dirigía y que fue financiado por empresas. Citada para declarar el 18 de noviembre, la fecha fue aplazada al 18 de diciembre para que Gómez pueda asistir a un evento en Brasil.

    En su primera comparecencia en julio, Gómez se acogió a su derecho a no declarar, como también hizo su esposo al ser citado como testigo.

    Recientemente, la Complutense canceló los dos másteres que Gómez impartía. Cuando se dio a conocer la causa en abril, Sánchez sorprendió al país al anunciar que consideraba renunciar, aunque, tras cinco días de reflexión, decidió continuar en la Moncloa.

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