En la ciudad portuaria de Dos Bocas, el secretario de Energía, Miguel Ángel Maciel, presentó en 2019 un audaz plan para construir la refinería más grande del país. Rocío Nahle, entonces secretaria de Energía, aseguró que utilizar los diseños de un proyecto previamente descartado reduciría costos y permitiría completar la obra en tres años, con un presupuesto de 8 mil millones de dólares. Sin embargo, más de cinco años después, el costo ha superado los 20 mil millones de dólares y la refinería sigue sin estar completamente operativa.
La urgencia ante las amenazas comerciales de Trump
La importancia de Dos Bocas se intensifica ante el reciente anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 25 % a las importaciones mexicanas, incluido el petróleo. Esto amenaza la estrategia actual de exportar crudo a Estados Unidos y reimportar combustibles refinados, dejando a México en una situación vulnerable mientras sus refinerías operan a una capacidad limitada.
Retos heredados para la administración de Sheinbaum
Claudia Sheinbaum, sucesora de AMLO, enfrenta el desafío de completar Dos Bocas para cumplir la promesa de alcanzar la soberanía energética. Mientras Pemex lidia con una deuda de casi 100 mil millones de dólares, resolver los problemas de la refinería es clave para garantizar el futuro energético del país.
Problemas de diseño y construcción
La decisión de utilizar planos de un proyecto originalmente diseñado para una zona montañosa ha causado múltiples problemas en Dos Bocas. Bernardo Del Castillo, experto en energía, señaló que las condiciones locales, como la altitud y la humedad, no se tuvieron en cuenta, afectando el desempeño de la instalación. Además, socavones durante la construcción y problemas en los cimientos por su ubicación sobre un manglar han complicado el avance del proyecto.
Contratiempos durante las pruebas iniciales
Aunque la refinería fue inaugurada simbólicamente en 2022, no ha producido combustible comercial a gran escala. Las interrupciones, incluidos cortes eléctricos y problemas con tecnología anticuada, han limitado su operatividad. Según John Padilla, de IPD Latin America, la planta está mal equipada tecnológicamente, lo que aumenta el riesgo de fallos sistémicos.
La importancia de Dos Bocas para Pemex
Pemex confía en que Dos Bocas será fundamental para revitalizar su capacidad de refinación. A plena capacidad, podría procesar 340 mil barriles de crudo diarios y producir 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel. Sin embargo, actualmente opera al 17.5 % de su capacidad, según datos de Bloomberg, lo que genera dudas sobre si alcanzará sus metas.
Un panorama internacional incierto
Con las posibles restricciones comerciales de Estados Unidos, México podría verse obligado a buscar nuevos mercados para su petróleo crudo. Países como Taiwán, India, Corea del Sur y España ya figuran como socios comerciales clave. Sin embargo, los expertos advierten que la plena operatividad de Dos Bocas es esencial para garantizar el éxito de esta estrategia.
Un futuro incierto pero crucial
A pesar de los desafíos y la creciente presión internacional, Dos Bocas sigue siendo considerada la joya de la corona del plan energético de México. Aunque las dudas sobre su viabilidad persisten, la refinería representa una oportunidad para avanzar hacia la independencia energética y reducir la dependencia de las importaciones de combustibles.
También te puede interesar: Sheinbaum: Designar a cárteles como terroristas no es útil; México buscará colaboración con EU




