El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró una contracción trimestral por primera vez desde 2021, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La caída del PIB en el primer trimestre de 2025 encendió señales de alerta entre analistas y autoridades económicas, quienes advierten sobre los posibles efectos en el empleo y la inversión.
Factores que explican la contracción
El retroceso del PIB se atribuye a una combinación de factores, entre ellos la desaceleración del consumo interno, el menor dinamismo de la inversión privada y las condiciones externas adversas, como el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos. Asimismo, la incertidumbre en torno a las políticas económicas de la nueva administración ha generado cautela en los mercados.
Impacto en clave
Los sectores más afectados por la contracción fueron la industria manufacturera, la construcción y el comercio, los cuales mostraron una disminución en su actividad. En contraste, el sector agropecuario logró mantenerse estable, mitigando en parte la caída general de la economía.
Reacciones del gobierno y perspectivas
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció la contracción, pero aseguró que se están tomando medidas para estimular el crecimiento, como el fortalecimiento de programas sociales y el impulso a proyectos de infraestructura. “La economía mexicana es resiliente y confiamos en una pronta recuperación”, afirmó la secretaria de Economía.
Por su parte, el Banco de México (Banxico) señaló que seguirá monitoreando la inflación y el crecimiento económico para ajustar su política monetaria en caso de ser necesario. Expertos prevén que la economía podría recuperar su dinamismo en la segunda mitad del año si mejoran las condiciones externas y se fortalecen las inversiones.
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