La Audiencia Nacional declaró culpable a Luis Rubiales este jueves. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol fue acusado de agresión sexual contra Jenni Hermoso. La acusación surgió por el beso que Rubiales le dio a Hermoso durante la celebración de la Copa del Mundo Femenina 2023. Este hecho desató un gran escándalo.
Rubiales fue condenado a una multa ya una orden de restricción. No podrá acercarse a Hermoso a menos de 200 metros. Esta sanción le permite evitar la cárcel. También se le absolvió de los cargos de coacciones, que incluían a otros tres acusados: Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera.
El castigo y las repercusiones del fallo
El juez Fernández-Prieto determinó que Rubiales pagó una multa diaria de 20 euros durante 18 meses. Esto suma un total de 10.800 euros (más de 200.000 pesos mexicanos). Esta multa corresponde a su conducta en la entrega de medallas del Mundial.
La Fiscalía había pedido un año de cárcel. Sin embargo, el juez determinó suficiente la multa y la restricción. Los cargos de coacciones fueron eliminados para los otros tres implicados.
El fallo es un paso importante en la lucha por los derechos de las mujeres en el deporte. La actitud de Rubiales fue ampliamente criticada. La decisión judicial subraya el esfuerzo por abordar la agresión sexual en el ámbito deportivo.
Trayectoria de Luis Rubiales en el fútbol
Luis Rubiales comenzó su carrera futbolística como jugador profesional en equipos de la segunda división española. Jugó principalmente como defensor central en clubes como el Levante y el Hércules. Tras su retiro como futbolista, Rubiales dio el salto a la gestión deportiva y, en 2018, asumió la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Durante su mandato, impulsó reformas en el fútbol femenino, aumentando la inversión en la liga.
Bajo la dirección de Rubiales, la RFEF vivió un período de transformación. Se lograron importantes avances en la organización de competiciones y se potenció la presencia de la selección femenina. Sin embargo, su figura se vio envuelta en polémicas, siendo la más significativa su beso a Jenni Hermoso durante la final de la Copa del Mundo Femenina 2023, lo que finalmente llevó a su condena. Su mandato terminó marcado por este escándalo, que afectó su legado en el fútbol español.
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