En la última jornada de La Liga, el Atlético de Madrid venció con contundencia 4-0 al Girona, pero lo que se llevó los reflectores no fue el marcador, sino un gesto de Julián Álvarez que recorrió el mundo. La “Araña”, en vez de sellar su propia cuenta goleadora, prefirió asistir a Alexander Sorloth, quien firmó su triplete gracias a esa jugada desinteresada.
El encuentro se disputó en el Estadio de Montilivi, donde el equipo dirigido por Diego Simeone llegaba con la presión de romper una racha negativa de tres partidos sin ganar fuera de casa. Con la clasificación a torneos europeos asegurada, el Atleti estrenó uniforme y salió al campo con determinación ofensiva desde el inicio. Pero fue en tiempo añadido cuando se vivió la escena más comentada.
En el minuto 92, Álvarez recibió el balón solo, mano a mano frente al portero. Tenía todo para marcar, pero optó por tocar hacia su derecha para que Sorloth completara su hat-trick. El gol, que cerró la goleada, no fue celebrado solo por la afición rojiblanca, sino por hinchas de todo el mundo, que elogiaron la humildad y compañerismo del argentino.
Un equipo unido que prioriza el colectivo sobre lo individual
La imagen de ambos abrazándose tras el tanto fue compartida miles de veces en redes sociales. “Podía haber marcado su gol 30 y prefirió que Sorloth haga el hat-trick. Dame jugadores así siempre”, publicó un usuario. Otros destacaron su madurez táctica: “Pudo marcar su último gol de la temporada y prefirió dársela al compañero. Generoso, llegador, goleador. Lo tiene todo”.
El propio Sorloth se mostró conmovido y abrazó a Álvarez con gratitud en plena cancha. La asistencia también fue una declaración sobre el papel que desempeña el argentino en el equipo colchonero: no solo como atacante, sino como generador de juego clave.
“Me la dio Angelito, pensé en patear, pero se me fue un poco larga y vi que entraba Alex. Aseguramos el gol para el equipo, el tercero para él”, declaró Álvarez al final del partido. Y añadió: “Es un vestuario muy unido, de los mejores que me tocó estar. Siempre se intenta sumar para el equipo, se está muy a gusto y cuando estamos dentro del campo damos el máximo por el compañero”.
Este resultado permitió al Atlético terminar la temporada en el podio de La Liga, con 76 puntos, por debajo de Real Madrid y Barcelona. Aunque el Girona tuvo un año irregular, logró evitar el descenso por un punto.
Más allá del resultado, el mensaje fue claro: el equipo de Simeone se encuentra más cohesionado que nunca. Con miras al próximo Mundial de Clubes, Julián Álvarez dejó una frase que refleja el ánimo general del vestuario: “Nos ilusiona mucho y es un lindo objetivo para el club. Nos preparamos para eso”.
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