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    Julio César Chávez revela que su hijo golpeó a un hombre por presión del Cártel de Sinaloa

    El legendario boxeador mexicano Julio César Chávez reconoció que su hijo, Julio César Chávez Jr., agredió físicamente a una persona tras recibir presiones de integrantes del Cártel de Sinaloa. En entrevista con la periodista Adela Micha, el excampeón aseguró que su hijo actuó “bajo amenaza” y que el golpe fue para “salvarle la vida” a la víctima. El caso ocurre mientras Chávez Jr. enfrenta una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

    El testimonio del campeón y el contexto del caso

    Durante la conversación con Micha, transmitida en el canal La Saga, Chávez relató que su hijo fue presionado por supuestos miembros de “Los Chapitos” para golpear a una persona señalada como ladrón. “Si no vas, te llevan. ¿Qué quieres? ¿Que te maten? Prefiero ser amigo de ellos a que me maten los cabrones”, citó el exboxeador, al describir el tipo de amenazas que habría recibido su hijo.

    El excampeón detalló que Julio César Chávez Jr. aceptó golpear al hombre únicamente para evitar su ejecución: “Le dijeron: ‘Si le pegas unos chingazos, le perdonamos la vida’. Mi hijo no quería. Dijo: ‘Le voy a pegar uno, uno nomás, pero ya le perdonan la vida’. Y le pegó un ganchito, despacito”.

    Chávez insistió en que el hecho no demuestra una relación criminal continua ni participación directa en el Cártel de Sinaloa. “Amigo no quiere decir que estés dedicado a lo mismo. Mi hijo le salvó la vida con ese golpe”, sostuvo, al rechazar las versiones que lo señalan como “ajustador de cuentas” del grupo liderado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

    “En Culiacán todos los conocen”: la normalización del riesgo

    El exboxeador reconoció que convivir con personas ligadas al narcotráfico es una situación común en Culiacán, donde —según sus palabras— la cercanía con esos círculos no siempre implica complicidad. “Todos los conocen en Culiacán. Es amigo mío, he convivido con ellos. ¿Eso me hace narcotraficante?”, preguntó.

    Chávez aseguró que, si tuviera evidencia de que alguno de sus hijos participa en actividades criminales, él mismo lo entregaría a las autoridades. “Si yo supiera que mi hijo fuera delincuente, yo mismo lo meto al bote”, dijo con firmeza.

    El excampeón también criticó la solidez del expediente judicial contra su hijo, al considerar que las pruebas presentadas por la FGR son débiles: “Son dos hojas donde lo mencionan. No hay nada más”.

    La versión de la Fiscalía: un “ajustador de cuentas” del cártel

    Por su parte, la Fiscalía General de la República sostiene que Chávez Jr. fue utilizado por el Cártel de Sinaloa como ejecutor de castigos físicos ordenados por Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, exjefe de seguridad de “Los Chapitos”.

    De acuerdo con los documentos ministeriales, el hijo del campeón habría participado en agresiones a personas señaladas como traidoras o deudoras dentro de la organización. En los informes judiciales se mencionan intervenciones telefónicas y testimonios que describen cómo Chávez Jr. era convocado para golpear a las víctimas “como si fueran costales de boxeo”.

    La FGR también incorporó en la carpeta de investigación objetos firmados por el boxeador, encontrados en propiedades vinculadas con integrantes del cártel, así como publicaciones en redes sociales y fotografías donde aparece junto a personas bajo investigación federal.

    Hasta ahora, el caso sigue bajo investigación, y no existe una resolución judicial definitiva. El proceso penal se mantiene en etapa de integración mientras las autoridades valoran las pruebas y los testimonios recabados.

    Un apellido bajo presión pública

    La familia Chávez ha enfrentado varias controversias derivadas del comportamiento de Julio César Chávez Jr., quien ha tenido problemas con adicciones y detenciones en México y en Estados Unidos. Su padre, en cambio, ha dedicado los últimos años a labores de rehabilitación y prevención de adicciones.

    El campeón reiteró que su hijo “no es un delincuente” y que espera que la justicia mexicana actúe conforme a derecho: “Que lo juzguen por lo que haya hecho, pero no por lo que dicen los demás”.

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