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    La caída del reinado: Canelo pierde sus cinturones supermedianos frente a Crawford

    Saúl “Canelo” Álvarez perdió su reinado como campeón indiscutido del peso supermediano tras caer en una pelea histórica frente al estadounidense Terence “Bud” Crawford, quien lo superó con autoridad y se quedó con todos los cinturones en Las Vegas. Con una decisión unánime, el invicto Crawford escribió un capítulo que ya se considera legendario: subir dos divisiones y arrebatarle el trono al boxeador más exitoso de México en la última década.

    Una batalla que paralizó a México y Estados Unidos

    El combate, realizado en el Allegiant Stadium ante más de 60 mil espectadores, se convirtió en el centro de atención mundial. Canelo hizo su entrada acompañado de “México lindo y querido”, mientras que Crawford se presentó sin excesos, fiel a su estilo sereno y calculador. El réferi Thomas Taylor dirigió la contienda, con los jueces Tim Cheatham, Max De Luca y Steve Weisfeld como responsables de dictar el veredicto.

    Los primeros rounds mostraron a ambos boxeadores en un duelo de inteligencia. Álvarez buscó imponer su poder, pero Crawford estudió cada movimiento con paciencia. El cuarto asalto marcó un giro: el estadounidense soltó combinaciones veloces, abrió espacios en la guardia del mexicano y mostró una precisión que desconcertó al campeón. Desde entonces, el dominio fue cada vez más evidente.

    Analistas señalaron que la estrategia de Crawford fue impecable: mantener distancia, evitar el intercambio arriesgado y desgastar poco a poco al rival. Canelo, aunque logró conectar algunos golpes, nunca pudo descifrar el rompecabezas que le planteó su contrincante.

    El invicto se consolida, la leyenda se tambalea

    Al sonar la campana final, el ambiente ya anticipaba la decisión. Los jueces otorgaron tarjetas claras a favor de Crawford, confirmando su victoria por unanimidad. Con ello, el estadounidense, de 37 años, se convirtió en campeón indiscutido en las 168 libras y reforzó su estatus como el mejor libra por libra del planeta. “Vine a demostrar que soy el número uno y lo logré”, declaró con los cinturones en mano.

    Canelo, por su parte, reconoció el resultado con semblante serio: “No fue mi noche, di todo, pero él fue mejor. Esto no acaba aquí”. La frase abre la puerta a una posible revancha que, de concretarse, se perfila como un evento millonario y de enorme impacto mediático.

    La derrota representa un duro golpe para el orgullo deportivo de México, pero también una oportunidad para que Álvarez reescriba su legado en un nuevo capítulo. En contraste, Crawford entra de lleno al Olimpo del boxeo: invicto, indiscutido y con una de las victorias más resonantes de la historia reciente.

    El boxeo mundial se sacudió en vísperas de las Fiestas Patrias mexicanas. La pregunta ya no es si Canelo podrá recuperar sus cinturones, sino si alguien podrá detener a Terence Crawford en su camino hacia la inmortalidad deportiva.

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