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    Romain Grosjean vuelve a la F1: Conducirá un Haas cinco años tras el impactante accidente en Bahréin

    Romain Grosjean, el piloto franco-suizo que sobrevivió a uno de los accidentes más impactantes de la Fórmula 1 moderna, volverá a manejar un monoplaza de la categoría este viernes 26 de septiembre de 2025. En el circuito de Mugello, Italia, Grosjean se pondrá al volante del Haas VF-23 —usado por Nico Hülkenberg y Kevin Magnussen en 2023— en una jornada de pruebas TCP (Testing of Previous Cars). Este regreso, organizado por el equipo Haas y supervisado por el jefe Ayao Komatsu, su exingeniero, marca un hito simbólico cinco años después del aterrador choque en el Gran Premio de Bahréin 2020, donde su coche se partió y estalló en llamas.

    El accidente, ocurrido en la primera vuelta tras un contacto con Daniil Kvyat, generó un impacto de 56 G (3.5 toneladas de fuerza) y una bola de fuego que paralizó al mundo. Grosjean, protegido por el halo, escapó con quemaduras en manos y pies tras 2 minutos y 43 segundos.

    Su esposa, Marion Jolles, confesó: “Entre más pasaba el tiempo, más me convencía de que estaba muerto”. Grosjean, de 39 años, usará en Mugello un casco diseñado por sus hijos, destinado originalmente para su última carrera en 2020.

    Un retorno emotivo: Reconexión con Haas y un casco especial

    El test reúne a Grosjean con Haas, donde corrió de 2016 a 2020, sumando 104 puntos.

    James Hinchcliffe, ex-IndyCar y analista de F1TV, también probará el VF-23, debutando en un F1. La prueba, cerrada al público, evaluará setups para 2026, cuando Haas planea mejoras con motores Ferrari.

    El accidente marcó un antes y después. Grosjean, tras perderse las últimas carreras de 2020 y un test frustrado con Mercedes en 2021 por la pandemia, migró a IndyCar, corriendo para Dale Coyne, Andretti y Juncos Hollinger. En 2024, se unió a Prema como reserva. “Mi vida cambió para siempre. Durante 2 minutos y 43 segundos estuve muerto para mi familia”, confesó, priorizando a su esposa y tres hijos.

    La FIA, tras investigar, señaló fallos en el suministro de combustible del VF-20, que avivaron el incendio. El halo y protocolos médicos salvaron a Grosjean, quien escapó en 28 segundos. En X, fans celebran su retorno: “¡Grosjean es un fénix!”, tuiteó @F1Insider con 2.000 likes. Otros, como @SpeedPulse, elogian: “Volver tras ese infierno es pura valentía”. Este test no asegura un asiento en 2026, pero sí un cierre emocional. ¿Qué sentirá Grosjean al acelerar de nuevo? Mugello será testigo de su renacimiento al volante.

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