Delta Air Lines y Aeroméxico presentaron un recurso legal para impugnar la decisión del Gobierno del presidente Donald Trump, que les ordenó disolver antes del 1 de enero su empresa conjunta —vigente desde hace casi nueve años—, bajo el argumento de que afecta la competencia en los vuelos entre Estados Unidos y México.
Las aerolíneas buscan mantener inmunidad antimonopolio hasta marzo de 2026
El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) resolvió en septiembre la revocación de la inmunidad antimonopolio (ATI, por sus siglas en inglés) de la alianza Aeroméxico-Delta, con el fin de poner fin a la colaboración comercial y operativa entre ambas aerolíneas.
En respuesta, las compañías interpusieron un recurso ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito, con el que buscan revertir la decisión o, en su defecto, conseguir una prórroga para mantener el acuerdo hasta el 28 de marzo de 2026, cuando finaliza la “temporada de invierno” del sector aéreo.
“El acuerdo ha permitido mejorar la conectividad, reducir costos y beneficiar directamente a los pasajeros en ambas naciones”, expusieron las aerolíneas en el documento legal. Según su argumento, la disolución forzada afectaría la competitividad frente a otras alianzas internacionales y perjudicaría la recuperación del tráfico aéreo pospandemia.
Washington endurece su postura hacia la aviación mexicana
La revocación de la inmunidad antimonopolio se enmarca dentro de una serie de medidas adoptadas por el gobierno de Donald Trump contra la aviación mexicana. El DOT ha cuestionado la falta de reciprocidad en las operaciones aéreas, la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y las limitaciones impuestas por México a las aerolíneas estadounidenses en materia de horarios y permisos de vuelo.
En julio, el Departamento de Transporte había advertido que la alianza Aeroméxico-Delta debía someterse a un nuevo análisis de competencia, alegando que su esquema de coordinación —que incluía la fijación conjunta de precios, frecuencias y capacidad de rutas— podría vulnerar las leyes antimonopolio de EE. UU.
Impacto potencial para el mercado y los pasajeros
Analistas del sector aéreo han señalado que la disolución de la alianza podría encarecer los boletos en rutas entre México y Estados Unidos, reducir la frecuencia de vuelos y generar una reconfiguración del mercado transfronterizo.
“Si la alianza se rompe, Aeroméxico perdería acceso a la red de conexiones de Delta en los principales aeropuertos de EE. UU., lo que afectaría tanto su rentabilidad como su competitividad”, explicó un especialista del Centro de Aviación CAPA.
El acuerdo entre ambas aerolíneas, firmado en 2016 y aprobado inicialmente por las autoridades de competencia, fue considerado en su momento un modelo de integración comercial que permitió incrementar rutas, mejorar la coordinación de itinerarios y ofrecer tarifas conjuntas a los usuarios.
México y EE. UU., entre tensiones regulatorias
La decisión del gobierno estadounidense llega en un contexto de tensiones crecientes en materia de transporte aéreo. A la par de esta disputa, la Administración Federal de Aviación (FAA) mantuvo durante dos años a México en la categoría 2 de seguridad aérea, lo que limitó la apertura de nuevas rutas hasta su recuperación reciente.
Aunque el gobierno mexicano ha defendido la cooperación con Delta como un símbolo de integración económica bilateral, Washington insiste en revisar los beneficios competitivos de las alianzas aéreas bajo su jurisdicción.
Mientras el tribunal analiza el caso, ambas aerolíneas deberán preparar un plan de contingencia en caso de que la decisión sea ratificada, lo que implicaría la disolución formal de la sociedad antes del 1 de enero de 2026.
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