El Banco de México redujo recientemente su tasa de referencia en 50 puntos básicos, hasta 8.50%, y señala que, aunque persisten riesgos al alza sobre la inflación, los niveles actuales permiten encarar el reto con una postura menos restrictiva. La gobernadora Victoria Rodríguez Ceja advirtió que mantendrán cautela y evaluarán la debilidad de la actividad económica antes de proponer más ajustes.
Los datos más recientes muestran que la inflación general y la subyacente se ubican en 3.93% anual, cercana al promedio observado entre 2013 y 2019. Rodríguez Ceja destacó que la inflación subyacente ha permanecido varios meses por debajo de 4%, mientras que la general ha estado dentro del intervalo de variabilidad en torno a la meta de 3%.
En su entrevista, la gobernadora explicó que la calibración de la política monetaria considerará el impacto de un entorno global incierto y la posible depreciación cambiaria, factores que podrían presionar los precios al alza. Al mismo tiempo, la debilidad observada en la inversión y el consumo genera holgura suficiente para moderar las tensiones inflacionarias.
De manera unánime, la Junta de Gobierno de Banxico respaldó el recorte de tasa de 50 puntos, señalando que existe margen para un ajuste continuo a la baja. Sin embargo, insistieron en que la política monetaria debe permanecer, al menos por ahora, con un grado de restricción suficiente para anclar expectativas de inflación y garantizar su convergencia a 3%.
La decisión cobra relevancia en un contexto donde la deuda pública global y el aumento de las tasas de interés han complicado los balances fiscales y financieros de los países. En México, la estrategia de Banxico ha buscado un equilibrio entre contener el encarecimiento de los créditos y no frenar el crecimiento económico.
Foco en la trayectoria inflacionaria y decisiones futuras
Para el banco central, la prioridad sigue siendo lograr que la inflación converja a la meta de 3% en el tercer trimestre de 2026, mientras que la subyacente lo haga un trimestre antes. El comunicado de política monetaria prevé un ciclo de recortes adicionales de 50 puntos base en próximas reuniones, siempre que los riesgos se mantengan controlados.
En reuniones recientes con sus homólogos globales, Rodríguez Ceja subrayó la complejidad e incertidumbre del entorno actual, destacando los retos que enfrentan las cadenas productivas y la inversión. Mencionó que el T‑MEC abre oportunidades para reforzar la integración regional y reducir vulnerabilidades externas.
Además, el banco central monitorea de cerca la evolución del tipo de cambio; su reciente apreciación frente al dólar ha ayudado a mitigar presiones importadas. No obstante, advirtieron que un episodio de volatilidad podría revertir rápidamente estas ganancias.
La trayectoria de la actividad económica será otro factor determinante. Si la desaceleración se profundiza, Banxico tendría margen para disminuir la tasa más agresivamente, pero sin descuidar el objetivo inflacionario. De igual forma, la postura actual busca evitar generar señales prematuras que pudieran complicar la credibilidad de la institución.
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