México mantiene un avance cercano al 90 % en las negociaciones comerciales con Estados Unidos respecto a los aranceles sobre acero y aluminio, informó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Las conversaciones buscan resolver los puntos más conflictivos antes de la revisión del T-MEC, programada para 2026, y evitar nuevas barreras comerciales que afecten a la industria siderúrgica nacional.
Sector siderúrgico, el principal punto de fricción
Durante su comparecencia ante la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, Ebrard precisó que “prácticamente de los elementos que estamos conversando, tenemos un avance alrededor del 90 %”. Señaló que el 10 % restante corresponde a la respuesta pendiente de Estados Unidos sobre los aranceles al acero y al aluminio.
El funcionario reconoció que estos productos son el principal foco de tensión. La Casa Blanca mantiene gravámenes de hasta 50 % sobre el acero y el aluminio importados desde México, lo que ha generado constante diálogo entre autoridades de ambos países. “Con el sector de acero y aluminio es uno de los sectores que más frecuentemente nos reunimos… Ya les presentamos diferentes alternativas”, explicó.
Ebrard también detalló que México ha revisado más de mil molinos registrados en el país y suspendió aquellos que no cumplen con los estándares, como parte de un esfuerzo coordinado con EE. UU. para garantizar la trazabilidad de la cadena siderúrgica y la transparencia en la producción.
Diálogo constante y ruta trilateral
El avance se da en el marco del ultimátum de 90 días que el presidente Donald Trump fijó en julio pasado, exigiendo eliminar “barreras injustas” o enfrentar nuevos aranceles de hasta 30 %. El secretario de Economía aseguró que México ha planteado “una serie de medidas de equilibrio” para que la revisión del T-MEC se realice sin “irritantes mayores” y que los temas más conflictivos no estén en la mesa al iniciar la revisión.
Ebrard descartó que exista riesgo de que Estados Unidos busque acuerdos bilaterales que rompan el marco trilateral del T-MEC. “Todas las señales procesales y políticas apuntan a que el tratado seguirá su camino trilateral”, afirmó, subrayando que no se esperan cambios sustanciales en los contenidos principales, pues ello sería contrario a los intereses de México, Estados Unidos y Canadá.
El secretario recordó que, a diferencia del panorama de principios de año, cuando EE. UU. amenazó con imponer aranceles de 25 % a todas las importaciones mexicanas, actualmente se mantiene un diálogo constante y coordinado con la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) y con Canadá, asegurando una ruta compartida en la resolución de los conflictos comerciales.
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