México frenó las intenciones de Brasil de avanzar hacia un tratado de libre comercio más amplio, luego de que la delegación sudamericana solicitara cambios en los protocolos sanitarios exigidos para la entrada de productos pecuarios. El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, explicó que el gobierno mexicano no está dispuesto a relajar las medidas fitosanitarias que protegen la calidad de los alimentos nacionales, por lo que la negociación quedó descartada. La administración de Claudia Sheinbaum apuesta por revisar el acuerdo vigente y no abrir un proceso de liberalización total.
México mantiene firmeza en sus protocolos sanitarios
Durante el Foro Global Agroalimentario 2025, Berdegué detalló que la propuesta brasileña buscaba flexibilizar el tratamiento sanitario de sus productos pecuarios. La respuesta mexicana fue clara: existe interés en fortalecer el comercio, pero no a costa de reducir los estándares de seguridad alimentaria.
“La presidenta ha dicho que no tiene considerado suscribir un tratado de libre comercio con Brasil, sino un proceso de revisión del Acuerdo de Complementación Económica número 53”, sostuvo Berdegué. Dicho proceso podría extenderse hasta octubre de 2026.
El funcionario enfatizó que la prioridad es mantener el prestigio internacional de los productos agroalimentarios mexicanos, lo cual requiere conservar estrictos protocolos fitosanitarios. “Seguiremos con los procedimientos que hemos aplicado porque nos interesa siempre un comercio seguro”, añadió.
Reacciones de Brasil y acuerdos paralelos
En contraste con la postura mexicana, el gobierno brasileño calificó la visita de su vicepresidente, Geraldo Alckmin, y de su ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, como un éxito. Tras dos días de reuniones en Ciudad de México, Fávaro aseguró que se lograron avances relevantes para la agroindustria brasileña.
Entre los acuerdos alcanzados destacan:
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Firma de un Memorándum de Entendimiento con la Secretaría de Agricultura mexicana.
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Declaración de Intenciones en materia de biocombustibles.
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Permiso para exportar harina de bovino y porcino hacia México.
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Autorización de exportaciones mexicanas de atún hacia Brasil.
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Adopción en México de un protocolo de regionalización para influenza aviar, con respuesta obligatoria en un plazo de diez días.
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Programación de auditorías mexicanas a nuevas plantas brasileñas de carne bovina, aviar y porcina.
Contexto político y comercial
El rechazo mexicano ocurre en un momento en que el presidente de EE. UU., Donald Trump, endureció su política comercial contra Brasil con la firma de aranceles de hasta 50%, aunque excluyó productos estratégicos como el jugo de naranja y los aviones Embraer.
De esta forma, México se distancia de un esquema de apertura indiscriminada al mercado brasileño, en un escenario donde se buscaba aprovechar mecanismos como el PACIC. La decisión envía un mensaje claro: el gobierno federal priorizará el control sanitario y la soberanía alimentaria frente a intereses externos.
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