El Gobierno de México, a través de las Secretarías de Economía y de Agricultura y Desarrollo Rural, anunció la actualización de los precios mínimos de exportación para el tomate fresco, también conocido como jitomate. Esta medida busca proteger la producción nacional, asegurar la competitividad en mercados internacionales y defender la planta productiva de prácticas desleales de comercio, además de garantizar el abasto de productos para el consumo básico de la población.
Precios mínimos por variedad y estrategia para el mercado internacional
De acuerdo con el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación, el precio mínimo por kilo será: tomate cherry, 1.5 dólares; tomate bola ‘stem on’, 1.35; tomate en racimo, 1.25; tomate Roma (saladette), 0.88; tomate grape (uva), 1.5; y otras variedades como Cocktail, Campari, Kumato, Mini Roma, Heirloom, Pera, Medley y San Marzano, 1.7 dólares. La actualización responde a consultas con organismos representativos de exportadores y a observaciones de las particularidades del comercio internacional.
Las autoridades subrayan que esta medida permitirá a productores grandes, medianos y pequeños exportar a precios competitivos, fortaleciendo la industria y preservando empleos. También se busca evitar que otros países aprovechen la situación para desplazar al tomate mexicano en los mercados internacionales.
México ha señalado la relevancia del mercado estadounidense, ya que dos de cada tres tomates consumidos en EE. UU. provienen de México. La imposición de aranceles del 17.09 % por parte del Departamento de Comercio estadounidense tras la finalización del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping ha generado incertidumbre para los exportadores mexicanos. Con los nuevos precios mínimos, el país busca mantener su posición competitiva y ofrecer certidumbre a los productores.
Impacto económico y medidas de protección a los productores
Con esta actualización, se espera fortalecer la industria mexicana de exportación, promoviendo la integración con la economía global sin comprometer la estabilidad del sector agrícola. Las medidas incluyen vigilancia constante de precios y revisiones periódicas según condiciones del mercado. La Sagarpa destacó que los ajustes también buscan proteger a los productores del impacto de medidas de otros países y garantizar que el jitomate mexicano mantenga su presencia en mercados estratégicos.
Además, la estrategia busca incentivar una producción sostenible y competitiva, dando certidumbre a los exportadores sobre los márgenes de comercialización y evitando prácticas de dumping. De esta forma, México asegura que el comercio exterior del tomate fresco continúe siendo rentable para los productores y que los consumidores internos tengan acceso a un producto estable en precio y calidad.
Estas acciones reflejan el compromiso del Gobierno mexicano con la competitividad agrícola, la protección de empleos en el campo y la soberanía alimentaria, mientras se consolidan mecanismos de defensa frente a aranceles y cuotas impuestas por otros países.
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