La Secretaría de Economía informó que México se prepara para una etapa de integración regional obligatoria y para una sustitución real de importaciones, como parte del Plan México impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Félix Wilfrido Márquez, director de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior de la dependencia, aseguró que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) enfrentará una revisión con nuevas reglas, en un contexto global marcado por la polarización económica y la reconfiguración de las cadenas de valor. “Lo que antes se podía llevar a cabo con un insumo de cualquier parte del mundo, ponderando los costos, ya no es así. La nueva realidad nos convoca a una integración regional efectiva y, un poco, obligatoria”, señaló.
El funcionario explicó que la actual coyuntura obliga a México a reducir su dependencia de insumos asiáticos, principalmente de China, debido a los riesgos que implica el entorno geopolítico. “El Plan México conlleva una sustitución de importaciones, a buscar una sustitución real de importaciones para que nuestra economía no sea presa de tantas presiones exteriores como actualmente lo es”, enfatizó Márquez.
Integración regional y presión entre potencias
Márquez destacó que la posición geográfica y económica de México, “entre dos grandes potencias, China y Estados Unidos”, genera presiones inéditas. Cada medida económica debe ponderar el impacto de posibles ajustes arancelarios hacia China y las consecuencias de no aplicarlos hacia Estados Unidos. La dependencia de México del mercado estadounidense es significativa: el 84 por ciento de la economía está vinculada a este país, lo que hace que la integración con Norteamérica no sea opcional sino obligatoria.
El funcionario señaló que la manufactura mexicana sigue siendo el motor principal de la economía, lo que limita las opciones de diversificación del comercio exterior. “No tenemos muchas opciones a dónde voltear con nuestro principal motor, que es la manufactura, más que al mercado norteamericano”, puntualizó.
IMMEX 4.0, el programa para modernizar los esquemas de fomento a las exportaciones, se encuentra en pausa hasta que se definan las nuevas condiciones del T-MEC. Márquez explicó que actualmente se realiza una depuración profunda del padrón de beneficiarios: 762 empresas que no cumplían o simulaban operaciones de importación temporal fueron dadas de baja, dejando un total de 5,916 empresas activas.
Asimismo, la Secretaría de Economía ha intensificado operativos para combatir la triangulación de mercancías, principalmente de acero asiático. “Suspendimos molinos de acero de países como Indonesia, China y Malasia, donde se detectó que exportaban acero chino como si fuera de origen local para aprovechar los tratados de libre comercio”, señaló.
Con estas medidas, la dependencia busca garantizar que los beneficios del T-MEC se traduzcan en un comercio más transparente y en una sustitución de importaciones efectiva, reduciendo riesgos externos y fortaleciendo la producción nacional.
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