Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que al cierre de 2024 registró una pérdida neta de 620,605 millones de pesos (aproximadamente 30,327 millones de dólares). Esto contrasta con el resultado positivo de 2023, cuando obtuvo beneficios netos por más de 8,151 millones de pesos (unos 398 millones de dólares). La empresa ha dependido de constantes inyecciones de capital por parte del gobierno para solventar sus compromisos financieros.
Deuda y estrategias de estabilidad
La deuda financiera de Pemex aumentó a 97,600 millones de dólares en el último trimestre de 2024, ligeramente superior a los 97,300 millones de dólares reportados en el periodo anterior. Durante el año, el gobierno mexicano proporcionó 156,500 millones de pesos para la compañía, destinando 151,000 millones de pesos al pago de deuda.
Para mejorar su situación financiera, Pemex trabaja en coordinación con la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Energía. Su estrategia incluye un presupuesto de 136,000 millones de pesos en 2025 para amortizaciones, reducción de deuda comercial, modificaciones fiscales y fortalecimiento de su estrategia de sostenibilidad.
La producción de petróleo y condensados cayó un 10% en el último trimestre de 2024, situándose en 1.67 millones de barriles diarios. Esta reducción se atribuye a la declinación natural de yacimientos clave como Maloob, Zaap y Quesqui.
Pese a los desafíos, la empresa asegura que continuará implementando estrategias para estabilizar su operación y mejorar su rentabilidad.
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