La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que México y Estados Unidos acordaron ampliar el plazo para cerrar las negociaciones sobre las 54 barreras no arancelarias pendientes en materia comercial. Durante su conferencia matutina del lunes, la mandataria reveló que habló el sábado con el presidente Donald Trump y que ambos decidieron “dar unas semanas más” para concluir el acuerdo, el cual calificó como “muy avanzado”.
El entendimiento llega a pocos días de que venciera el plazo inicial, previsto para el 1 de noviembre, dentro del marco de las conversaciones bilaterales que buscan evitar un incremento de los aranceles estadounidenses a productos mexicanos del 25% al 30%.
La prórroga busca cerrar temas técnicos antes de la revisión del tratado
Sheinbaum explicó que la llamada con Trump tuvo como propósito evitar que la fecha límite llegara sin comunicación entre ambos gobiernos. “Me interesaba que no llegara al primero de noviembre sin que nos hubiéramos comunicado y que estuviéramos de acuerdo en que nuestros equipos seguían trabajando”, detalló.
Agregó que también acordaron mantener el contacto durante las siguientes semanas para intentar “cerrar el acuerdo antes de que inicien las negociaciones de la revisión del tratado”, en referencia a la evaluación sexenal del T-MEC prevista para 2026.
El gobierno estadounidense había anunciado en julio una prórroga de 90 días en la aplicación del aumento arancelario, con el fin de permitir que las partes resolvieran las restricciones no arancelarias que afectan principalmente a exportaciones agrícolas, manufacturas y bienes industriales mexicanos.
El acuerdo temporal logró contener, hasta ahora, el alza de aranceles que afectaría de manera directa a productores del sector agroalimentario, automotriz y de autopartes, además de maquinaria industrial.
México busca eliminar trabas al comercio agrícola y fronterizo
Entre los temas más delicados se encuentran los aranceles impuestos al tomate mexicano y el cierre parcial de la frontera al ganado proveniente de México, debido a la presencia del gusano barrenador. Ambos puntos se mantienen como parte de la “guerra arancelaria” impulsada por la administración de Trump, que también ha afectado a otros países de la región.
“Estamos avanzando bien. Hay voluntad de ambas partes y coincidimos en que no podemos afectar a los productores que cumplen con las normas y regulaciones”, comentó la presidenta mexicana.
Fuentes cercanas a la Secretaría de Economía explicaron que, durante las negociaciones técnicas, se ha buscado consolidar mecanismos de verificación más ágiles y transparentes para el comercio agrícola, además de reducir los costos logísticos derivados de nuevas exigencias sanitarias y certificaciones duplicadas.
Ambos gobiernos mantienen tono pragmático en la relación bilateral
En Washington, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) señaló que las conversaciones con México “han avanzado de manera sustantiva” y que se espera alcanzar un acuerdo antes de fin de año. Aunque no se dieron detalles sobre las condiciones específicas, funcionarios estadounidenses insistieron en que el objetivo es “garantizar un comercio justo, equilibrado y basado en la transparencia regulatoria”.
La extensión del plazo muestra que, pese a las tensiones derivadas de las medidas proteccionistas de Trump, ambos países buscan preservar la estabilidad económica y evitar un nuevo ciclo de represalias comerciales. Analistas advierten, sin embargo, que si no se logra un acuerdo antes de diciembre, el escenario podría volverse más incierto, especialmente en los sectores agrícola y automotriz.
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