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    Trump confirma que EE. UU. ya libra una guerra comercial con China

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su país se encuentra “ya en guerra comercial” con China, al justificar los aranceles del 100% sobre las importaciones del gigante asiático. La declaración, realizada este miércoles, marca un endurecimiento del discurso de la Casa Blanca justo cuando el Tesoro buscaba prolongar la tregua comercial de 90 días que vence en noviembre.

    Trump respondió con esa frase cuando fue cuestionado por la prensa sobre el rumbo de las tensiones bilaterales. “Bueno, ya estamos en una (guerra). Si no tuviéramos aranceles, quedaríamos expuestos como si no fuéramos nada”, afirmó, según declaraciones recogidas por Bloomberg. Con ello, el mandatario descartó cualquier posibilidad de suavizar su postura ante Pekín, pese a los esfuerzos del secretario del Tesoro, Scott Bessent, por frenar una nueva escalada.

    Bessent había sugerido extender la pausa de los nuevos aranceles más allá de tres meses, a cambio de que China retire su plan para imponer controles más estrictos a la exportación de tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de tecnología avanzada. “¿Es posible que podamos alargar el plazo a cambio? Quizás. Pero todo eso se negociará en las próximas semanas”, declaró en una conferencia de prensa en Washington.

    Tensión creciente por las tierras raras

    Las declaraciones del presidente se producen mientras ambas potencias negocian contrarreloj para evitar que el conflicto afecte las cadenas de suministro globales de alta tecnología. El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, señaló que las conversaciones “van bien”, aunque advirtió que todo depende de los próximos movimientos de Pekín.

    “No podemos permitir una situación en la que los chinos mantengan este régimen de controles de exportación, en la que quieran tener poder de veto sobre las cadenas de suministro mundiales de alta tecnología”, advirtió Greer en entrevista con CNBC.

    China anunció recientemente una nueva serie de restricciones a la exportación de materias críticas, lo que llevó a Trump a amenazar con un aumento inmediato de los aranceles al 100% si su homólogo, Xi Jinping, mantiene las medidas. La advertencia podría concretarse el próximo 1 de noviembre, justo al vencer la actual tregua.

    Según la Agencia Internacional de la Energía, China controla cerca del 60% de la extracción mundial de tierras raras y más del 90% de su refinado. Estos minerales, indispensables para la producción de baterías, imanes y componentes de energía limpia, se han convertido en un punto neurálgico del pulso geopolítico. El Servicio Geológico de Estados Unidos calcula que alrededor del 70% de las importaciones norteamericanas de estos elementos provienen de China.

    Impacto económico y político en vísperas electorales

    La postura de Trump refuerza su narrativa de defensa del empleo y la producción estadounidense frente a lo que califica como “prácticas desleales” de Pekín. Sin embargo, economistas alertan que el endurecimiento comercial podría afectar a los consumidores de EE. UU., especialmente si se amplía la lista de productos gravados.

    Mientras tanto, los mercados internacionales reaccionaron con volatilidad ante el anuncio, especialmente en sectores tecnológicos y de energía verde. Analistas prevén que, de mantenerse el tono confrontativo, la “guerra comercial” podría tener efectos prolongados en la inflación y en la estabilidad del comercio global.

    Aunque el Tesoro busca contener el impacto y evitar una ruptura total, todo apunta a que Trump pretende usar el tema como bandera de fortaleza política en el contexto electoral de 2026. Para la Casa Blanca, el mensaje es claro: la competencia con China ya no es solo económica, sino estratégica.

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