La Universidad de Quinnipiac reveló que 48 % de los estadounidenses aprueba que Bad Bunny protagonice el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX en Santa Clara, California. La encuesta refleja fuertes divisiones por partido político, raza y edad, mientras jóvenes, hispanos y afroamericanos muestran mayor respaldo y los republicanos y adultos mayores se oponen.
Casi la mitad de los estadounidenses aprueba que Bad Bunny encabece el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, según un sondeo de la Universidad de Quinnipiac en Hamden, Connecticut. El estudio indica que el 48 % de los encuestados respalda la decisión de la NFL, mientras que 29 % se opone y el resto se mantiene indeciso.
Diferencias según política, raza y edad
El sondeo reveló marcadas diferencias de opinión según partido político. Entre los demócratas, el 74 % aprueba la elección del artista puertorriqueño, mientras que solo 10 % se opone. En contraste, el 63 % de los republicanos desaprueba su participación, y apenas 16 % la respalda.
La encuesta también mostró que el 65 % de los hispanos y el 61 % de los afroamericanos aprueban la decisión, frente a 41 % de los adultos blancos. Por edad, los jóvenes entre 18 y 34 años respaldan mayoritariamente al cantante (64 %), mientras que los adultos de 65 años o más están divididos, con 36 % a favor y 37 % en contra.
Bad Bunny, reconocido por temas como ‘Lo Que Le Pasó a Hawaii’, donde critica la gentrificación y el desplazamiento cultural, genera un debate que demuestra que la política y la cultura influyen en la percepción de los deportes, comenta Brittani Webb, Ph.D., profesora adjunta de Estudios de Medios de Comunicación de la Universidad de Quinnipiac.
A pesar de que la NFL busca un espectáculo de alto impacto, las tensiones políticas no han tardado en aparecer. Tras el anuncio de su participación, algunos republicanos criticaron que el cantante interprete canciones en español y cuestionaron su idoneidad para un evento “apolítico”. Corey Lewandowski, asesor del Departamento de Seguridad Nacional, mencionó la posibilidad de desplegar agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante el show, aunque la Casa Blanca aclaró que no hay planes de redadas por el momento.
El presidente de Estados Unidos declaró que nunca había oído hablar de Bad Bunny y calificó como “absolutamente ridículo” que actúe en el descanso del Super Bowl, evidenciando la polarización que genera su participación en el principal evento deportivo del país.
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