Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, falleció el 28 de noviembre de 2014 a los 85 años en su residencia de Cancún, Quintana Roo, dejando un legado imborrable en la televisión latinoamericana con personajes como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado.
Según información confirmada por su esposa, Florinda Meza, y reportes médicos, la causa de su muerte fue una insuficiencia cardíaca derivada de problemas respiratorios crónicos, específicamente una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que deterioró su salud desde 2011.
En 2015, Meza reveló en Ventaneando que Chespirito también padecía un Parkinson tardío, que aceleró sus complicaciones, afectando su movilidad y personalidad, lo que lo llevó a cancelar apariciones públicas y mantenerse en reposo en sus últimos años.
La noticia de su fallecimiento, ocurrido en la tarde del 28 de noviembre, se difundió rápidamente, generando una ola de condolencias en México y países de habla hispana. Gómez Bolaños, quien nació el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México, no solo fue actor, sino también guionista, director y productor, creando programas que marcaron generaciones y trascendieron fronteras, con El Chavo del 8 emitiéndose en más de 20 países y traducido a múltiples idiomas.
Su trabajo con Televisa, desde los años 70, consolidó su impacto cultural, con series que alcanzaron audiencias de millones en América Latina. El 30 de noviembre de 2014, Televisa organizó un homenaje público en el Estadio Azteca, donde miles de admiradores, junto a figuras del espectáculo, despidieron a Chespirito.
El féretro, cubierto con una bandera que llevaba los emblemas de sus personajes, fue acompañado por música de mariachi, mientras los asistentes dejaron flores y mensajes. La transmisión en vivo permitió a fans de todo el mundo participar virtualmente. Posteriormente, un funeral privado se celebró en el Panteón Francés de la Piedad, reservado para familiares y amigos cercanos, donde sus restos fueron sepultados.
La bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, estrenada en HBO Max en 2025, revivió el interés por su vida, destacando tanto su genialidad creativa como las tensiones personales y profesionales que marcaron su carrera.
La muerte de Gómez Bolaños, rodeado de su familia en Cancún, cerró una era, pero su legado perdura en la memoria colectiva, con personajes que siguen inspirando risas y nostalgia a nivel global.
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