más

    Scarlett Johansson cumple 40 años: la estrella del cine que siempre supo que sería actriz

    Scarlett Johansson es una de esas figuras que no necesita apellido para ser identificada. Al igual que Meryl y Julia, Scarlett ha conquistado la pantalla en todos los géneros, desde grandes éxitos taquilleros hasta películas de autor y doblaje. El director de Sony Pictures, Tom Rothman, la describe como la legendaria Carole Lombard: “Esa combinación muy rara de glamour, belleza e inteligencia”. Su distintiva voz ronca y su carisma evocan la época dorada del cine, consolidándola como una auténtica estrella.

    Sus raíces y primeros pasos en el mundo del espectáculo

    Scarlett Ingrid Johansson nació el 22 de noviembre de 1984 en Nueva York, junto a su hermano gemelo Hunter. De ascendencia danesa y judía de Europa del Este, creció en una familia con recursos económicos limitados, dependiendo incluso de cupones de alimentos en su infancia. Desde muy pequeña mostró inclinaciones hacia la actuación. A los ocho años, debutó en Regreso a casa (1994), un papel que marcó el inicio de su carrera y le abrió los ojos a su potencial en la industria.

    Consciente de su talento desde una edad temprana, Scarlett dejó las audiciones para comerciales debido a la competencia tóxica que enfrentaba, optando por enfocarse en el cine. Su determinación pronto dio frutos, y a los 12 años trabajó con Robert Redford en El señor de los caballos (1998), lo que consolidó su reputación como una actriz con una madurez que iba más allá de su edad.

    Una actriz de método instintivo

    A diferencia de otros actores que se adhieren estrictamente a técnicas como el método, Scarlett confió en su instinto para desarrollar su talento. Desde temprana edad, aprendió a manipular sus emociones y a observar el comportamiento humano, habilidades que le permitieron destacarse en la industria. Su actuación en Perdidos en Tokio (2003), dirigida por Sofia Coppola, la catapultó a la fama con tan solo 17 años, demostrando su capacidad para interpretar personajes complejos y emocionalmente ricos.

    Más que una actriz, un símbolo cultural

    A lo largo de los años, Scarlett ha sido elogiada por su «alma vieja» y su capacidad para asumir papeles maduros desde joven. Sin embargo, también ha enfrentado los desafíos de la hipersexualización en Hollywood, especialmente durante sus 20 años. En varias ocasiones, ha hablado sobre cómo se le percibía y cómo esto no coincidía con su narrativa personal, destacando la importancia de tomar el control de su carrera.

    Vida personal: amores y aprendizajes

    Scarlett ha experimentado tres relaciones significativas que moldearon su vida y perspectiva. Su primer matrimonio con Ryan Reynolds (2008-2010) fue privado pero le dejó valiosas lecciones sobre sí misma. Más tarde, estuvo casada con el francés Romain Dauriac, con quien tuvo a su hija Rose en 2014. Aunque la relación terminó en 2017, Johansson ha descrito la maternidad como una experiencia transformadora.

    En 2020, Scarlett se casó con el comediante Colin Jost, a quien conoció años antes en Saturday Night Live. En 2021, la pareja dio la bienvenida a su hijo Cosmo, consolidando una etapa de estabilidad emocional y personal.

    Un legado cinematográfico en constante evolución

    Desde su debut en la pantalla hasta convertirse en una de las actrices más reconocidas de Hollywood, Scarlett Johansson ha demostrado ser mucho más que un rostro hermoso. Su versatilidad y su instinto innato para la actuación la han llevado a trascender generaciones, consolidándose como una figura icónica que sigue marcando la pauta en la industria del cine.

    También te puede interesar: Pedro Fernández responde a burlas en redes sociales por los cambios en su rostro

    Artículos relacionados