Una jueza federal en Michoacán ordenó la liberación de 38 integrantes del grupo paramilitar “Jahzer”, vinculado a la organización religiosa La Luz del Mundo. Los detenidos habían sido sorprendidos en un campo clandestino de adiestramiento con armas, chalecos y equipo táctico. Según sus declaraciones, se encontraban entrenando para enfrentar un “escenario apocalíptico” y eran parte de la guardia de protección de la cúpula de la iglesia, cuyo líder, Naasón Joaquín García, cumple condena en Estados Unidos por abuso sexual infantil y otros delitos. La decisión judicial desató controversia porque invalidó el operativo realizado por la policía estatal.
Una liberación polémica en Morelia
El 24 de septiembre, fuerzas estatales de Michoacán aseguraron un predio en Vista Hermosa donde 37 hombres mexicanos y una mujer estadounidense realizaban entrenamientos tácticos. En el lugar se incautó una pistola, 19 réplicas de armas, cuchillos militares, radios y chalecos de uso paramilitar.
Durante el operativo, los participantes reconocieron que el grupo, denominado “Jahzer”, funciona como guardia de seguridad de la cúpula de La Luz del Mundo. Su tarea sería proteger a templos, eventos y al propio líder, Naasón Joaquín García, encarcelado en California.
La jueza de control del Centro de Justicia Penal Federal en Morelia resolvió que la captura fue ilegal porque la policía ingresó sin orden de cateo y sin pruebas que justificaran el arresto. Tras 12 horas de audiencia, ordenó la liberación de los 38 detenidos. Esto impidió a la Fiscalía General de la República formular cargos, a pesar de las pruebas incautadas.
El fallo provocó reacciones encontradas, pues se cuestiona cómo un grupo que realizaba prácticas de tipo militar puede quedar libre en tan poco tiempo. El diario La Jornada confirmó que el Ministerio Público no pudo sostener la acusación.
La guardia secreta de la iglesia
El grupo Jahzer tiene antecedentes dentro de la estructura de La Luz del Mundo. Exmiembros han denunciado que la organización conserva cuerpos de seguridad creados desde la época de Samuel Joaquín, padre del actual líder. Se les conoce como “La Guardia de Jericó” y, según testimonios, han llegado a reclutar incluso a menores de edad.
Sharim Guzmán, exintegrante de la congregación, declaró que estas células estaban entrenadas en tácticas militares y vigilaban templos, casas de líderes y zonas de influencia. Las denuncias coinciden con las recientes declaraciones de los liberados, quienes reconocieron que su adiestramiento respondía a una preparación “para el apocalipsis”.
La revelación del caso reavivó las críticas contra la iglesia, cuya dirigencia ha enfrentado acusaciones por manipulación, encubrimiento y abuso.
Sheinbaum analiza registro de la iglesia
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema durante su conferencia matutina del 26 de septiembre. Reconoció que la investigación continúa abierta y no descartó que se analice la posible cancelación del registro de La Luz del Mundo como Asociación Religiosa.
Sheinbaum advirtió que “debe perseguirse a los responsables de delitos, no a los creyentes”, aclarando que miles de personas asisten de buena fe a esa iglesia. No obstante, insistió en que la FGR debe esclarecer la existencia de grupos paramilitares vinculados a la organización.
El caso seguirá bajo la lupa judicial y social, ya que la liberación de los presuntos paramilitares expuso un vacío legal que podría ser aprovechado por grupos con estructuras armadas al amparo de organizaciones religiosas.
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