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    La increíble estafa de Poyais: un país inventado que costó vidas y fortuna

    En la década de 1820, Gregor MacGregor, militar y aventurero escocés, convenció a cientos de europeos de invertir y emigrar a Poyais, un país ficticio. Publicó guías, creó billetes y hasta un himno nacional, mientras presentaba el territorio como un paraíso tropical. La consecuencia fue devastadora: cerca del 80% de los colonos murió y MacGregor continuó estafando hasta trasladarse a Venezuela.

    Gregor MacGregor no solo fue un militar destacado, sino también uno de los estafadores más audaces del siglo XIX. Entre 1820 y 1837, logró engañar a cientos de británicos y europeos haciéndoles creer que Poyais era un país real, situado en la costa oriental de lo que actualmente son Honduras y Nicaragua. Aunque el territorio era inhóspito y prácticamente deshabitado, MacGregor lo presentó como un destino de oportunidades ilimitadas.

    Para dar verosimilitud a su historia, publicó una guía de 355 páginas que detallaba la geografía, las ciudades y los recursos de Poyais, creó billetes, bonos oficiales y un himno nacional, además de falsificar documentos estatales. Su estrategia se apoyaba en la reputación militar y el carisma personal, combinando el principio de escasez para generar urgencia y miedo a perder la supuesta inversión.

    El fraude tuvo consecuencias letales. A finales de 1822, aproximadamente 250 colonos partieron hacia Poyais. Al llegar, encontraron un territorio hostil sin infraestructura, sin cultivos y sin habitantes pacíficos. Enfermedades tropicales y falta de alimentos causaron la muerte de cerca del 80% de los emigrantes en pocos meses. Los sobrevivientes regresaron a Gran Bretaña para contar la verdad del engaño.

    MacGregor eludió la justicia y continuó su fraude en Europa y América

    Tras el escándalo, MacGregor huyó a París, donde intentó repetir la estafa vendiendo bonos y reclutando nuevos colonos, pero las autoridades francesas lo detuvieron. De regreso en Londres fue arrestado y enviado a Edimburgo; sin embargo, gracias a sus conexiones, evitó la cárcel, siendo solo acusado de “falsas promesas”. Sorprendentemente, logró nuevas financiaciones y continuó vendiendo tierras bajo el nombre de “Territorio de Mosquitia” hasta 1837.

    Finalmente, se trasladó a Venezuela, donde fue recibido con honores, obtuvo la nacionalidad y vivió del dinero estafado durante años. Psychology Today señala que el éxito de MacGregor se explica por la manipulación de la confianza y la psicología social, factores que aún hoy se repiten en fraudes modernos.

    La historia de Poyais es un ejemplo de cómo la credulidad, la ambición y la manipulación pueden combinarse para crear estafas históricas con consecuencias mortales, dejando enseñanzas que siguen siendo relevantes en la era digital.

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