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    Paciente de Parkinson toca clarinete como guía en su cirugía cerebral

    Denise Bacon, una terapeuta del habla retirada de 65 años, tocó el clarinete mientras neurocirujanos del King’s College Hospital en Londres operaban su cerebro. Diagnosticada con Parkinson en 2014, Bacon participó en un procedimiento de estimulación cerebral profunda (DBS) que buscaba aliviar los síntomas motores que le impedían tocar su instrumento favorito.

    Despierta durante la cirugía, su interpretación musical permitió a los médicos, liderados por el profesor Keyoumars Ashkan, ajustar en tiempo real los electrodos implantados, logrando mejoras inmediatas en su destreza manual.

    Música como guía quirúrgica

    El Parkinson había restringido la vida de Bacon, limitando su capacidad para caminar, nadar, bailar y tocar el clarinete, una pasión que la llevó a participar en la banda de East Grinstead. La DBS, una técnica que implanta electrodos en el cerebro conectados a un generador de impulsos, se realizó con anestesia local para mantenerla consciente.

    Bacon trajo su clarinete al quirófano a sugerencia del equipo médico. Al activar la estimulación en el hemisferio izquierdo, su mano derecha recuperó movilidad, mejorando su ejecución musical al instante.

    La paciente expresó: “Sentí alegría al mover mi mano con facilidad y tocar de nuevo”.

    Un avance para el Parkinson

    La DBS es una terapia consolidada para pacientes con Parkinson resistente a medicamentos, reduciendo temblores, rigidez y lentitud. Según Parkinson’s UK, esta técnica mejora significativamente la calidad de vida.

    El procedimiento de Bacon duró cuatro horas, con electrodos conectados a un generador recargable en su pecho, con una vida útil de hasta 20 años. La tecnología adapta la estimulación a la actividad cerebral, ofreciendo resultados personalizados.

    De vuelta a la vida

    Bacon ya nota mejoras al caminar y planea retomar la natación y el baile. “Quiero ver hasta dónde puedo llegar”, dijo. El caso, reportado por BBC News, destaca el potencial de la DBS para transformar vidas. En 2024, el King’s College Hospital realizó 50 procedimientos similares, con un 80% de pacientes reportando mejorías motoras significativas, según datos hospitalarios.

    La DBS no cura el Parkinson, pero controla síntomas cuando los fármacos fallan. Ashkan subrayó su eficacia: “Es una de las terapias más duraderas para trastornos del movimiento”. Con avances en la personalización, como el uso del clarinete para guiar la cirugía, el procedimiento abre nuevas puertas. Parkinson’s UK estima que 145,000 personas viven con Parkinson en el Reino Unido, y casos como el de Bacon inspiran esperanza para miles.

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