más

    China acusa a EE. UU. de ciberataques y presenta pruebas “irrefutables” sobre infiltración en Xi’an

    La tensión entre Estados Unidos y China escaló este domingo tras la denuncia del Gobierno chino de que la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. (NSA) ha lanzado ciberataques durante más de tres años contra su Centro Nacional de Servicios Horarios en Xi’an, la agencia estatal encargada de generar, mantener y transmitir la hora estándar en todo el país. Pekín afirma contar con “pruebas irrefutables” que demuestran la infiltración en dispositivos y redes del centro, incluyendo teléfonos celulares de empleados.

    El Ministerio de Seguridad Estatal señala directamente a la NSA

    Según un comunicado publicado en la plataforma WeChat, la NSA habría obtenido información sensible a partir del 25 de marzo de 2022, incluyendo nombres de usuario y contraseñas, lo que le permitió intervenir las computadoras del centro a partir del 18 de abril de 2023. Para ocultar el origen de estas operaciones, los atacantes habrían utilizado servidores privados distribuidos globalmente, lo que obligó a las autoridades chinas a reforzar medidas de seguridad y protocolos internos para impedir nuevos incidentes.

    El Centro de Servicios Horarios es estratégico para China, pues provee servicios de alta precisión tanto al Gobierno como a la sociedad civil, incluyendo soporte de datos críticos para el cálculo de la hora estándar internacional. Las consecuencias de una vulneración de su sistema podrían afectar sectores financieros, telecomunicaciones y transporte, además de comprometer la seguridad nacional en operaciones dependientes de sincronización exacta.

    Hasta el momento, el Gobierno estadounidense no ha emitido declaración oficial respecto a estas acusaciones, aunque se da en un contexto histórico de acusaciones mutuas entre ambos países sobre ciberataques y espionaje digital, en un escenario que mezcla seguridad nacional, economía y diplomacia internacional.

    Diálogo bilateral en medio de tensiones económicas y ciberseguridad

    La denuncia ocurre apenas un día después de que el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, y el vice primer ministro chino, He Lifeng, sostuvieran una conversación telefónica sobre la crisis comercial bilateral, a la espera de una cumbre que se espera entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur. Ambas delegaciones confirmaron “conversaciones francas y detalladas” sobre la relación económica, aunque sin resolver los incidentes de ciberseguridad reportados por Pekín.

    Además del diálogo económico, la agencia Xinhua informó que participaron representantes comerciales estadounidenses, incluyendo a Jamieson Greer, en discusiones sobre asuntos estratégicos bilaterales. Sin embargo, no se precisaron medidas concretas frente a las acusaciones de espionaje, dejando abierto el riesgo de escalada de tensiones.

    En paralelo, Trump reafirmó su intención de reunirse con Xi Jinping en las próximas semanas, reconociendo la dificultad de las relaciones generadas desde décadas atrás, incluyendo decisiones históricas como la visita de Richard Nixon a China en 1972. A pesar de la crítica histórica, el mandatario estadounidense calificó a Xi como “un líder muy fuerte, un hombre extraordinario”, y subrayó su interés en concretar un encuentro que limara asperezas.

    Posibles impactos geopolíticos y económicos de los ciberataques

    Analistas señalan que los ataques reportados podrían generar efectos directos e indirectos en la economía y seguridad global. La vulneración de sistemas críticos de sincronización horaria puede afectar transacciones financieras internacionales, la logística de transporte y la gestión de telecomunicaciones, tanto en China como en otros países vinculados a sus redes de datos.

    El anuncio chino también coincide con medidas recientes de Pekín sobre el control de exportaciones de tierras raras, lo que llevó a Trump a advertir sobre la posible cancelación de la reunión bilateral si se intensifican estas restricciones. Estados Unidos, a su vez, anunció aranceles adicionales y control de exportaciones de software desde China, profundizando la tensión comercial.

    Especialistas en ciberseguridad advierten que esta escalada evidencia la vulnerabilidad de infraestructuras críticas frente a espionaje digital y ataques sofisticados. El uso de servidores encubiertos y técnicas de infiltración en dispositivos móviles refleja la sofisticación de operaciones de inteligencia y plantea un dilema diplomático: cómo equilibrar la cooperación económica con la seguridad nacional.

    Desafíos para la diplomacia y seguridad internacional

    El caso subraya la necesidad de establecer marcos internacionales claros para la ciberseguridad y la protección de infraestructuras críticas. La falta de mecanismos vinculantes permite que ataques persistentes afecten no solo a un país, sino a cadenas de suministro, sistemas financieros y redes de comunicaciones globales.

    La presión de China por presentar pruebas “irrefutables” busca legitimar su posición ante la comunidad internacional y presionar a EE. UU. para que adopte medidas de transparencia o compromisos de no agresión cibernética. Mientras tanto, la población mundial observa un incremento de la incertidumbre sobre la seguridad de datos y comunicaciones, así como las posibles represalias económicas o militares derivadas de la escalada.

    En suma, la denuncia china pone de relieve la complejidad de la ciberpolítica moderna, donde la información y la infraestructura digital se convierten en armas estratégicas, y donde la cooperación económica y los intereses de seguridad se entrelazan en una dinámica global cada vez más tensa.

    También te puede interesar: Venezuela celebra historia: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, primeros santos del país canonizados por el papa 

    Artículos relacionados