Un derrumbe parcial en la Torre dei Conti, una estructura medieval del siglo XIII situada en el corazón de Roma, dejó este lunes al menos un trabajador gravemente herido y otro atrapado entre los escombros. El colapso ocurrió mientras se realizaban obras de restauración estructural, lo que ha desatado preocupación sobre el deterioro del patrimonio histórico en la capital italiana.
Segundo colapso durante el rescate complica las labores de emergencia
El primer desplome se registró alrededor de las 11:20 hora local, cuando una parte del edificio cedió y atrapó a cinco operarios que trabajaban en los andamios de apoyo. Cuatro de ellos fueron rescatados con vida, mientras que uno permanece atrapado en el primer piso de la torre. De acuerdo con los bomberos, el trabajador —de nacionalidad rumana— se encuentra consciente y ha mantenido contacto verbal con los rescatistas.
Sin embargo, una hora y media después, un segundo colapso parcial sacudió nuevamente la estructura cuando los equipos de emergencia intentaban acceder a la víctima a través de una estrecha ventana lateral. Pese al riesgo, los rescatistas lograron mantenerse a salvo. “Estaba sirviendo mesas cuando oí un ruido de escombros. Levanté la cabeza y vi caer a un trabajador”, relató una camarera del restaurante contiguo al diario Corriere della Sera.
La zona de los Foros Imperiales fue acordonada de inmediato por las fuerzas del orden, que bloquearon el tránsito en un radio amplio alrededor de la Plaza Venecia ante el temor de nuevos derrumbes. El cuerpo de bomberos desplegó tres unidades con escaleras mecánicas y equipos especializados en rescates de montaña y estructuras colapsadas.
Una joya medieval en ruinas y una advertencia sobre la conservación patrimonial
La Torre dei Conti, erigida en 1203 por orden del papa Inocencio III, formaba parte de las residencias fortificadas de la familia Condes de Segni. Originalmente alcanzaba entre 50 y 60 metros de altura, aunque los terremotos de los siglos XIV al XVII redujeron su tamaño a poco más de 20 metros.
El edificio, asentado sobre los restos del antiguo Templo de la Paz, estaba revestido de travertino procedente de los Foros Imperiales, lo que le otorgaba un valor arquitectónico y simbólico excepcional. No obstante, desde 2006 permanecía sin uso y en avanzado estado de deterioro, hasta que el Ayuntamiento de Roma y la Superintendencia de Patrimonio lanzaron recientemente un proyecto de recuperación para reforzar su estructura y evitar su colapso total.
Según el Consistorio romano, los trabajos estaban centrados en la “seguridad y salvaguardia” de la torre y sus cimientos subterráneos. No obstante, expertos en conservación cuestionan ahora si la obra cumplía con los protocolos de estabilización previos a las intervenciones en edificaciones históricas de alto riesgo.
El suceso ocurre en un contexto de creciente preocupación por el mantenimiento del patrimonio cultural de Italia, donde varias estructuras históricas presentan daños acumulados por siglos de erosión, sismos y falta de inversión pública.
Una señal de alarma par el plan de restauraciones
El derrumbe ha sido interpretado como una señal de alarma para el plan de restauraciones que impulsa el gobierno italiano, especialmente en monumentos ubicados en zonas de alta densidad turística. La ministra de Cultura, Gennaro Sangiuliano, visitó el sitio y declaró que se abrirá una investigación técnica para determinar las causas del colapso.
Por ahora, los bomberos continúan trabajando a contrarreloj para rescatar al último operario atrapado, mientras se refuerzan las paredes laterales del edificio con andamios metálicos para evitar un tercer desplome.
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