El gobierno cubano confirmó este jueves que se encuentra en contacto con el Departamento de Estado de EE. UU. para definir cómo se canalizará la ayuda humanitaria ofrecida por Washington tras el paso devastador del huracán Melissa, que golpeó severamente el oriente de la isla. Se trata del primer contacto formal entre ambos gobiernos desde que el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció el ofrecimiento de “asistencia inmediata al pueblo de Cuba afectado”.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, informó a través de sus redes sociales que La Habana “espera precisiones sobre cómo y en qué forma Estados Unidos está dispuesto a ayudar”, marcando un gesto diplomático poco habitual entre dos países con relaciones históricamente tensas.
El mensaje fue interpretado como una respuesta directa a las declaraciones de Rubio, quien horas antes aseguró que su país estaba “preparado para ofrecer ayuda humanitaria inmediata al pueblo de Cuba”, tanto de manera directa como a través de socios locales y organizaciones humanitarias con presencia en la región caribeña.
Huracán Melissa deja estragos y reactiva un canal diplomático inusual
El huracán Melissa, que pasó de categoría 5 a 2 mientras se alejaba de Cuba, ha causado graves daños en varias provincias orientales. Según reportes locales, millones de personas siguen sin energía eléctrica ni comunicación, con extensas áreas agrícolas anegadas, viviendas derrumbadas y carreteras bloqueadas. Aunque las autoridades cubanas no han ofrecido cifras oficiales de víctimas, medios independientes reportan al menos una veintena de muertos y miles de damnificados.
El acercamiento diplomático ocurre apenas un día después de que Marco Rubio —de origen cubano y crítico constante del gobierno de Miguel Díaz-Canel— dejara fuera inicialmente a Cuba de la lista de países con los que EE. UU. mantenía coordinación tras el desastre natural. En su primera comunicación, el jefe de la diplomacia estadounidense mencionó únicamente a Jamaica, Haití, República Dominicana y Bahamas como receptores de apoyo inmediato.
Horas después, Rubio amplió su declaración e incluyó a Cuba en el paquete de asistencia, aclarando que el Departamento de Estado emitirá una “Declaración de Asistencia Humanitaria” para el país caribeño. Sin embargo, no precisó si esa ayuda se entregará directamente al gobierno cubano o a través de organizaciones internacionales y religiosas.
La tormenta política detrás de la ayuda humanitaria
Rubio, conocido por su postura dura hacia La Habana, defendió en declaraciones previas la necesidad de “mantener la presión” sobre el régimen cubano, al que acusa de reprimir a la oposición y sostener vínculos con gobiernos hostiles a EE. UU. Su anuncio de apoyo, por tanto, ha generado debate dentro de la comunidad cubanoamericana en Miami, donde sectores disidentes consideran que la ayuda debería llegar “sin fortalecer al aparato estatal” del país.
Por su parte, el gobierno de Díaz-Canel ha evitado pronunciamientos políticos sobre la oferta estadounidense y se ha limitado a reconocer el contacto con Washington “en el marco de la emergencia nacional”. Fuentes diplomáticas señalaron que el Ministerio de Salud y la Defensa Civil están evaluando las zonas más afectadas para establecer prioridades en la recepción de insumos médicos, alimentos y materiales de reconstrucción.
El huracán Melissa continúa avanzando hacia el Atlántico Norte y se espera que impacte Bermudas durante la noche del viernes. Mientras tanto, la devastación en Cuba ha reactivado una dinámica de comunicación que parecía congelada, recordando episodios previos —como el huracán Irma en 2017— donde ambos gobiernos coordinaron esfuerzos de emergencia a pesar de las tensiones políticas.
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