El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este domingo una advertencia sin precedentes a Hamás, asegurando que el grupo palestino enfrentará la “aniquilación total” si no cede el control de Gaza, tal como estipula su plan de paz para poner fin al conflicto con Israel. La declaración ocurre mientras se ultiman detalles de las negociaciones para el intercambio de rehenes y el establecimiento de un alto al fuego en la Franja de Gaza, donde el conflicto ha dejado más de 66,000 muertos en casi dos años.
Plan de paz y liberación de rehenes, prioridad absoluta
La primera fase del plan contempla un intercambio de 48 rehenes, vivos y muertos, por prisioneros palestinos, tras lo cual entraría en vigor un alto al fuego inmediato. Trump afirmó que las delegaciones de Israel y Hamás, mediadas por Egipto, Catar y Estados Unidos, están “negociando ahora mismo” y que el diálogo “va muy bien”. No obstante, advirtió que no tolerará retrasos que puedan poner en riesgo el acuerdo, reiterando su advertencia de “aniquilación total” si Hamás no cumple con la entrega del control del territorio.
El mandatario señaló que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respalda la suspensión de bombardeos y su visión estratégica para Gaza. La propuesta contempla, además, la formación de un gobierno de transición supervisado por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair, así como la posibilidad de negociar un Estado palestino en el futuro, aunque Israel se opone a esta etapa.
Trump enfatizó que el plan de paz representa “un gran acuerdo para Israel, para todo el mundo árabe, el mundo musulmán y el mundo entero”, destacando la magnitud geopolítica de la iniciativa. Por su parte, Netanyahu reiteró que Hamás debe aceptar la propuesta en su totalidad y no puede modificarla de manera parcial, reafirmando la postura de firmeza israelí.
El anuncio se produce en medio de tensiones
El anuncio del mandatario estadounidense se produce en medio de crecientes tensiones y un conflicto marcado por enfrentamientos constantes, la escasez de suministros y el desplazamiento de miles de personas en Gaza. La primera fase del plan, centrada en la liberación de rehenes, busca generar un inicio de confianza entre las partes antes de avanzar hacia la creación del gobierno de transición y, eventualmente, un alto al fuego sostenido.
Las negociaciones que comenzarán oficialmente este lunes en El Cairo se consideran determinantes. Fuentes diplomáticas indican que la mediación de Egipto y Catar ha sido clave para que las partes acepten sentarse a la mesa, aunque persisten dudas sobre la disposición de Hamás para ceder el control total del enclave. Trump aseguró que, una vez concretado el intercambio de rehenes, habrá claridad sobre el cumplimiento del acuerdo, lo que permitiría avanzar hacia una solución más amplia del conflicto.
Expertos en política internacional advierten que la amenaza de Trump refleja la urgencia de Estados Unidos por estabilizar una región afectada por años de violencia y tensiones entre Israel y Palestina. La comunidad internacional observa con atención la evolución de las negociaciones, mientras la presión sobre Hamás aumenta.
Si Hamás acepta, se abriría un camino hacia la paz que incluiría la supervisión estadounidense de la transición en Gaza y la eventual posibilidad de un Estado palestino negociado. Sin embargo, la insistencia de Trump en medidas estrictas deja claro que cualquier retraso será percibido como un desafío directo a su plan de paz.
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