El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el 23 de septiembre de 2025 que Ucrania tiene la capacidad de recuperar todos los territorios ocupados por Rusia desde la invasión de 2022, calificando a Moscú como un “tigre de papel” en apuros económicos. En una publicación en Truth Social, al margen de la 80.ª Asamblea General de la ONU en Nueva York, Trump aseguró: “Tras conocer y comprender plenamente la situación militar y económica entre Ucrania y Rusia, creo que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea, está en condiciones de luchar y recuperar toda Ucrania a su estado original”. Sus declaraciones, tras reunirse con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, marcan un tono optimista hacia Kiev, mientras critica la gestión bélica de Vladimir Putin.
Trump destacó la debilidad rusa tras tres años y medio de guerra: “Rusia lleva tres años y medio luchando sin rumbo en una guerra que una auténtica potencia militar debería haber ganado en menos de una semana. Esto los hace parecer un ‘tigre de papel’”. Señaló problemas como colas para gasolina y una economía de guerra que desvía recursos, afirmando: “Putin y Rusia están en graves problemas económicos, y este es el momento de que Ucrania actúe”. Prometió seguir suministrando armas a la OTAN, dejando que “haga lo que quiera con ellas”, y deseó “suerte” a ambos países, un tono ambiguo que generó debate en X.
Escalada de tensiones: Provocaciones rusas y respuesta de la OTAN
Horas antes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reveló en X haber discutido con Trump las “provocaciones” rusas, incluyendo incursiones de aviones y drones en el espacio aéreo de la OTAN. “Se trata de intentos claros de poner a prueba nuestra respuesta”, escribió tras una reunión en Nueva York, abogando por reducir los ingresos fósiles de Moscú. La OTAN, en consultas en Bruselas, advirtió que usará “todas las herramientas militares y no militares necesarias” tras incidentes como tres MiG-31 rusos sobrevolando Estonia el 17 de septiembre por más de 10 minutos, y drones en Polonia y Rumanía. Rusia niega estas violaciones, pero la tensión escala.
Trump, cuestionado por periodistas en la ONU, fue tajante: al preguntarle si la OTAN debería derribar aviones rusos en su espacio aéreo, respondió “Sí, lo creo”. Este respaldo contrasta con su postura previa de neutralidad en el conflicto, reflejada en su negativa a financiar directamente a Ucrania, delegando a Europa. La reunión con Zelenski, donde discutieron avances militares y sanciones, según Reuters, refuerza su giro hacia un apoyo más vocal, aunque condicional.
Contexto bélico: Ucrania gana terreno, Rusia pierde impulso
Ucrania ha recuperado un 2% de territorio ocupado en 2025, incluyendo áreas en Járkov y Donetsk, gracias a contraofensivas apoyadas por misiles Storm Shadow y HIMARS, según el Instituto para el Estudio de la Guerra. Rusia, con un PIB lastrado por sanciones (crecimiento del 0.5% proyectado para 2026), enfrenta desabasto de combustible y sanciones a Gazprom, que redujeron sus ingresos fósiles un 40% desde 2022. Trump capitaliza esta narrativa, aunque expertos en Foreign Policy advierten que recuperar Crimea o todo Donbás requeriría años y más apoyo militar.
En X, las reacciones son mixtas: usuarios como @GeoMonitor celebran el tono de Trump, pero otros, como @KremlinWatch, dudan de su compromiso real, citando su historial de promesas vagas. La OTAN, con Jens Stoltenberg al frente, planea aumentar envíos de F-16 a Ucrania, mientras Zelenski presiona por ATACMS de largo alcance. La postura de Trump, entre retórica audaz y ambigüedad, deja abierta la pregunta: ¿es un cambio estratégico o un cálculo electoral? Por ahora, Ucrania toma nota, y Putin enfrenta un eco que resuena desde Nueva York.
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