El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una pausa de un mes en la aplicación del arancel del 25% a los automóviles importados desde México y Canadá, con la condición de que estos cumplan con las reglas de origen establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La decisión se produjo tras una reunión con directivos de General Motors, Ford y Stellantis, quienes expresaron su preocupación por el impacto de los aranceles en la competitividad de la industria automotriz norteamericana.
Exención temporal y condiciones del T-MEC
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la exención temporal y aseguró que el gobierno de Trump seguirá vigilando el cumplimiento de las normas establecidas en el T-MEC.
«Hablamos con los tres grandes concesionarios de automóviles. Vamos a dar una exención de un mes a cualquier automóvil que entre a través del T-MEC», declaró Leavitt.
El T-MEC exige que el Valor de Contenido Regional (VCR) en la producción de vehículos aumente del 62.5% al 75%, lo que obliga a que una mayor proporción de las piezas y materiales utilizados en la fabricación de autos provengan de América del Norte. Además, el tratado establece que entre 40% y 45% del contenido de los vehículos debe ser producido por trabajadores que ganen al menos 16 dólares por hora.
Afectaciones en la industria de autopartes
Si bien la pausa en los aranceles representa un respiro temporal para la industria automotriz, la medida no incluye a los fabricantes de autopartes, lo que sigue generando incertidumbre en el sector.
Al respecto, Alberto Bustamante, director de la Agencia Nacional de Proveedores de la Industria Automotriz (Anapsa), señaló que la falta de claridad en torno a las autopartes podría afectar la red de proveedores y socios comerciales en México, Estados Unidos y Canadá, lo que incrementaría los costos operativos y reduciría la competitividad del sector.
«El tema es que ya se dio una extensión de un mes a los vehículos, pero faltan las partes y componentes, lo que es un asunto muy delicado. Del sector automotor, solo el 50% ha avanzado», indicó Bustamante.
Las empresas estadounidenses dependen en gran medida de la producción mexicana de autopartes, que representa el 43% de todas las partes y componentes automotrices importados por Estados Unidos. Sin embargo, con la entrada en vigor de los aranceles, los costos para la industria seguirán aumentando si no se otorga una exención similar a este sector.
Impacto económico y posible exención de productos agrícolas
El comercio automotriz entre México y Estados Unidos alcanzó un valor de 224,981 millones de dólares en 2024, mientras que el intercambio con Canadá totalizó 120,531 millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio de EE.UU.
En medio de la incertidumbre, un periodista de Bloomberg informó que Trump podría eximir algunos productos agrícolas de los aranceles del 25%, ante el incremento de precios en alimentos básicos y productos perecederos.
Desde la entrada en vigor de los aranceles, el costo de varios bienes del sector primario ha aumentado, afectando a consumidores y productores en Estados Unidos. Ante este escenario, la administración Trump evalúa realizar ajustes antes de que la política arancelaria entre en su siguiente fase el 2 de abril.
Por ahora, la pausa en los aranceles a los vehículos representa una victoria parcial para la industria automotriz, pero el futuro de las autopartes y otros sectores sigue en el aire.
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