El presidente Donald Trump y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., han generado alarma al vincular el uso de Tylenol —cuyo ingrediente activo es el acetaminofén— durante el embarazo con un mayor riesgo de autismo en los niños. El 22 de septiembre de 2025, en un evento en la Casa Blanca, Trump anunció que la FDA emitiría una advertencia a médicos para limitar su prescripción, citando «evidencia creciente» de un vínculo. RFK Jr. impulsará un cambio en la etiqueta del medicamento y una campaña de salud pública. Esta postura, basada en un informe de HHS, contradice décadas de guías médicas que lo consideran seguro, y ha desatado críticas por exagerar asociaciones sin causalidad probada.
La declaración surge tras un reporte del Wall Street Journal a inicios de septiembre, que anticipaba el enfoque en el acetaminofén. Trump urgió a las embarazadas a «aguantar» sin el fármaco, argumentando que es un «factor muy grande» en el autismo, que afecta a 1 de cada 31 niños en EE. UU., un aumento del 400% desde 2000. Sin embargo, expertos como la Dra. Franziska Haydanek, obstetra-ginecóloga, enfatizan: «Hay estudios que han vinculado el uso de acetaminofén durante el embarazo con trastornos del desarrollo neurológico, aunque hay estudios contradictorios sobre esta asociación». La comunidad médica teme que esta narrativa cause pánico, llevando a mujeres a evitar tratamientos para fiebre o dolor, con riesgos reales para madre e hijo.
¿Existe causalidad o solo asociación? La ciencia al descubierto
No, no hay estudios que demuestren que el acetaminofén cause autismo. La clave radica en distinguir causalidad —donde un factor provoca directamente otro— de asociación, donde dos eventos coexisten sin relación probada. Un estudio de abril de 2024 en JAMA, con 2.4 millones de niños suecos, no halló vínculo tras controles genéticos y ambientales, como comparaciones entre hermanos.
«Estas asociaciones desaparecieron en el análisis de control de hermanos, aportando evidencia adicional de una causa genética para los TND», explica la Dra. Shannon Clark, ginecóloga de UTMB-Galveston.
En contraste, un revisión de agosto de 2025 en BMC Environmental Health, liderada por Harvard y Mount Sinai, analizó 46 estudios: 27 sugirieron una asociación con autismo y TDAH, pero no causalidad.
«El acetaminofén cruza la placenta y podría causar estrés oxidativo o cambios epigenéticos, pero esto no prueba daño directo», afirman los autores.
La FDA coincide: «Aunque se describe una asociación, no se ha establecido causalidad, y hay estudios contrarios».
¿Por qué las contradicciones? Clark apunta a «deficiencias graves» en estudios positivos, como no controlar confusores: si una mujer toma Tylenol por fiebre, la infección subyacente podría influir más en el riesgo. Incluso en asociaciones, el aumento es mínimo: la mayoría de usuarias no tienen hijos con autismo. Investigaciones datan de los 2000, pero tras 20 años, persiste la falta de datos causales.
Recomendaciones médicas: ¿Seguro o riesgoso?
Sí, las embarazadas deben tomar acetaminofén cuando sea indicado, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG).
«Sigue siendo una opción segura y confiable para aliviar dolor y fiebre», afirman en su guía de 2025, recomendando la dosis más baja por el menor tiempo posible: no más de 4.000 mg/día, en tomas de 650-1.000 mg cada 4-6 horas.
Haydanek añade: «Úselo cuando sea necesario; priorice no farmacológicos, pero es de primera línea si fallan».
No tratar fiebre materna implica riesgos documentados: mayor chance de cesáreas, hemorragias o daño neurológico fetal. Alternativas como ibuprofeno elevan complicaciones. Clark advierte: «No teman tomarlo; el dolor y fiebre sin tratar tienen efectos adversos conocidos».
Temores de los expertos: Desinformación en marcha
Médicos temen que el anuncio de Trump erosione la confianza en la ciencia. Si se basa en literatura «inadecuada para causalidad», podría estigmatizar el autismo como «elección materna» y disuadir tratamientos. ACOG critica: «Simplifica peligrosamente causas complejas; estudios de alta calidad no muestran vínculos». Kenvue, fabricante de Tylenol, insiste: «No hay causalidad». La comunidad autista urge foco en genética multifactorial, no alarmas infundadas.
Recuerda: el autismo tiene orígenes genéticos y ambientales complejos; no una «causa única». Prioriza educación, apoyo y reducción de estigma. Si estás embarazada, consulta a tu médico: la evidencia respalda el acetaminofén prudente. Este debate subraya la necesidad de ciencia rigurosa sobre sensacionalismo, protegiendo a madres y niños de miedos innecesarios.
También te puede interesar: El insólito llamado de Emmanuel Macron a Donald Trump desde la calle en Nueva York: «Todo está bloqueado por tu culpa»




