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    EE. UU. refuerza presión internacional contra el Cártel de los Soles y Maduro

    La ofensiva diplomática de Estados Unidos contra el Cartel de los Soles ha sumado a Argentina, Ecuador y Paraguay, quienes declararon terrorista a la organización venezolana. La estrategia busca desarticular las operaciones de narcotráfico del régimen de Maduro, limitar el ingreso de drogas a EE. UU. y consolidar una coalición hemisférica que podría ampliarse a otros países latinoamericanos. La Casa Blanca enfatiza que la cooperación internacional es clave para frenar los envíos de cocaína y fentanilo hacia su territorio.

    Desde Washington, Estados Unidos, la administración Trump implementa una ofensiva geopolítica orientada a asfixiar las rutas de narcotráfico que favorecen al Cartel de los Soles, bajo órdenes del régimen de Nicolás Maduro. La estrategia combina presión diplomática, sanciones financieras y despliegues militares, buscando reforzar la seguridad nacional y reducir la entrada de drogas en territorio estadounidense.

    La hoja de ruta, impulsada por Marco Rubio, incluye varias acciones: una orden ejecutiva secreta que permite al Pentágono desplegar buques, submarinos y aviones cerca de aguas internacionales venezolanas, sanciones del Departamento del Tesoro y recompensas por la captura de líderes del régimen. Todo esto se suma a una campaña diplomática destinada a sumar aliados en América Latina.

    Ecuador, Paraguay y Argentina se suman al bloque contra el Cartel de los Soles

    Ecuador fue el primero en declarar al Cartel de los Soles como organización terrorista con incidencia en su territorio, instruyendo al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a investigar sus vínculos locales. Paraguay siguió la misma línea, mediante el decreto 4465, que formalizó a la banda como organización terrorista internacional.

    Argentina, a su vez, incluyó al Cartel de los Soles en su Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET), fortaleciendo la cooperación con Estados Unidos.

    Rubio destacó que, además de estos países, Guyana y Trinidad y Tobago expresaron su disposición a colaborar, mientras que Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Panamá podrían sumarse próximamente. Brasil, Bolivia, Cuba, Colombia, Honduras y Nicaragua mantienen su respaldo a Maduro, generando un escenario de división geopolítica en la región. Canadá, Chile, México y Uruguay mantienen posturas neutrales hasta ahora.

    La administración estadounidense considera que la presión internacional desarticulará los ingresos ilegales del régimen de Maduro, fundamentales para el funcionamiento de las Fuerzas Armadas y la estructura de poder en Venezuela. Rubio subrayó que el objetivo no es solo frenar drogas, sino enfrentar globalmente a quienes financian el narcotráfico y perpetúan el crimen organizado.

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