Las autoridades en Rusia elevaron a 20 el número de muertos y a 134 los heridos tras una explosión en un taller de la fábrica Elastik, dedicada a la producción de armas y munición, en la región de Riazán, al sureste de Moscú. El incidente, ocurrido el viernes pasado, fue provocado por un incendio en un área arrendada a la compañía Guefest-M, según el gobernador Pavel Malkov. La explosión, que destruyó partes de la planta, no se atribuye a un ataque ucraniano, sino a posibles violaciones de normas de seguridad.
El Comité de Investigación abrió una pesquisa penal por incumplimiento de protocolos industriales.
“A las 7:00 horas del 18 de agosto son veinte los fallecidos como consecuencia del accidente en el distrito de Shilovsky”, informó la administración local a la agencia TASS.
De los heridos, 31 permanecen hospitalizados en Riazán y Moscú, mientras que 103 reciben tratamiento ambulatorio.
Una tragedia con antecedentes
La fábrica Elastik, propiedad del grupo petrolero Transneft, enfrentaba problemas económicos y había arrendado un taller a Guefest-M, especializada en explosivos. Medios como el canal Telegram 112 reportaron que la compañía fue amonestada repetidamente por fallos en seguridad y condiciones laborales. El canal Mash atribuyó la explosión a la detonación de munición, mientras que Baza descartó un ataque con drones ucranianos, al no registrarse alarmas antiaéreas.
Videos del Ministerio de Emergencias muestran la devastación: estructuras colapsadas y rescatistas con perros rastreadores entre escombros. Esta no es la primera tragedia en la planta; en 2021, una explosión accidental mató a 17 personas, lo que llevó a condenas penales para funcionarios.
Contexto de inseguridad industrial
Explosiones e incendios son comunes en Rusia, a menudo por deterioro de infraestructuras soviéticas o incumplimientos de seguridad. Desde la invasión a Ucrania en 2022, Kiev ha atacado instalaciones rusas, pero autoridades niegan vínculo en este caso. Según Reuters, la región de Riazán ha visto un aumento en incidentes industriales, con al menos tres explosiones similares en los últimos dos años.
El gobernador Malkov prometió apoyo a las familias y una investigación exhaustiva.
“Estamos brindando toda la asistencia posible”, dijo.
Expertos como el analista de seguridad Alexei Filippov, citado por BBC, señalan que la guerra ha exacerbado la presión sobre fábricas de munición, aumentando riesgos.
La explosión resalta vulnerabilidades en la industria rusa. Pemex y otras entidades globales han reportado incidentes similares, pero en Rusia, la opacidad informativa complica las lecciones. Organizaciones como Amnistía Internacional llaman a mayor transparencia. Mientras las familias lloran sus pérdidas, la investigación podría revelar si la negligencia fue el detonante final. Rusia enfrenta el desafío de modernizar sus plantas sin comprometer la seguridad en tiempos de conflicto.
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