El grupo islamista palestino Hamas aceptó entregar su armamento a un comité conjunto egipcio-palestino, pero rechazó de forma tajante la creación de una autoridad internacional de transición para gobernar la Franja de Gaza. Además, el movimiento se opuso a que el ex primer ministro británico Tony Blair asuma funciones directas en el enclave, según una fuente palestina citada por la agencia EFE.
De acuerdo con el informante, que pidió el anonimato debido a la sensibilidad de las negociaciones, Hamás aceptó la entrada de fuerzas de seguridad palestinas que actualmente reciben entrenamiento en Egipto y Jordania. Dichas conversaciones se desarrollan en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, como parte del diálogo indirecto entre Israel y el movimiento islamista.
El grupo, sin embargo, rechazó el plan internacional impulsado por Estados Unidos, conocido como el “Plan de Trump para Gaza”, que contempla la administración temporal del territorio por un comité extranjero supervisado por potencias occidentales.
“Hamas no aceptará gobernadores impuestos desde fuera de Palestina”, citó la fuente. “El grupo no reconoce autoridad a ninguna figura extranjera, aunque sí estaría dispuesto a aceptar una supervisión limitada y remota de Tony Blair”, añadió.
En cambio, el movimiento propuso que un comité administrativo palestino, bajo la órbita de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), asuma la gestión civil de la Franja. La propuesta incluye que los equipos negociadores de Hamás e Israel continúen los diálogos a través de mediadores egipcios y cataríes, mientras un segundo equipo del grupo mantendría conversaciones paralelas con la ANP para definir la futura estructura administrativa del enclave.
Alto al fuego y garantías internacionales
El borrador presentado por Hamás contempla un alto al fuego total en Gaza, así como la suspensión temporal de vuelos militares israelíes sobre el enclave para permitir la entrega de rehenes. Según la fuente, el acuerdo incluye que la entrega se efectuaría en el plazo de una semana, bajo supervisión de observadores egipcios y de la Cruz Roja.
Además, Hamás solicitó garantías formales de Estados Unidos para evitar persecución judicial o militar contra sus líderes si optan por salir del territorio. “El movimiento pidió garantías personales y colectivas, especialmente para quienes participen en las negociaciones o cedan el control del enclave”, señaló la fuente.
El comité de seguridad que recibiría las armas estaría integrado por representantes palestinos y egipcios, bajo la coordinación técnica de El Cairo. Egipto asumiría el control de los pasos fronterizos durante el proceso de desarme, en tanto se establece una nueva estructura administrativa.
A pesar de las tensiones, los mediadores aseguran que el clima de las negociaciones es “positivo y sin incidentes”. Las partes retomarán las conversaciones esta tarde en Egipto para abordar los puntos del plan estadounidense relativos a la reconstrucción, la distribución de ayuda humanitaria y el estatus futuro del puerto de Gaza.
Washington busca acuerdo gradual
Fuentes diplomáticas indicaron que Washington busca un acuerdo gradual, con el apoyo del presidente Donald Trump, que combine la salida de Hamás del poder y la reconstrucción inmediata del enclave. Sin embargo, analistas advierten que el rechazo del grupo a una transición internacional podría complicar la fase política del plan, ya que varios países condicionan su participación a la existencia de un ente neutral que administre la zona en el corto plazo.
Por ahora, Hamás insiste en mantener control palestino sobre Gaza y en que cualquier autoridad interina surja de un consenso interno entre facciones. La presión internacional aumenta, mientras los habitantes del enclave siguen enfrentando escasez de alimentos, energía y medicamentos tras más de dos años de conflicto.
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