A casi una semana de celebradas las elecciones generales, Honduras continúa sin presidente electo, en medio de una profunda incertidumbre provocada por fallas en el conteo oficial y denuncias de manipulación en el sistema electrónico de transmisión de resultados. El gobernante partido Libre ha rechazado los resultados preliminares y ha convocado movilizaciones para exigir la nulidad total de los comicios.
La consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, informó el domingo que se reiniciará de inmediato el escrutinio detenido desde el viernes debido a “problemas técnicos”. No obstante, dos horas después, el sistema seguía inactivo, generando preocupación entre partidos políticos, observadores internacionales y la sociedad civil.
Según los datos oficiales disponibles hasta el 88.02 % de las actas procesadas, el candidato del Partido Nacional, Nasry ‘Tito’ Asfura, suma 1,132,321 votos (40.19 %), mientras que Salvador Nasralla, del Partido Liberal, registra 1,112,570 sufragios (39.49 %). Rixi Moncada, del partido Libre, ocupa el tercer lugar con 543,675 votos (19.30 %).
Analistas electorales advirtieron que la paralización del conteo evidencia la fragilidad del sistema y la necesidad de fortalecer las instituciones del país. Rodolfo Dumas aseguró que, aunque los votantes actuaron de manera pacífica, la suspensión del escrutinio aumenta la incertidumbre y subrayó la importancia de modernizar el CNE y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE). Por su parte, Miguel Cálix criticó la falta de acciones de los partidos para garantizar la transparencia del sistema.
Partido Libre denuncia injerencia de los EE. UU.
El partido Libre ha señalado que no reconoce los resultados debido a la supuesta “injerencia” de Estados Unidos, específicamente del presidente Donald Trump, y ha convocado a sus militantes a una “asamblea extraordinaria de la dignidad nacional” el 13 de diciembre. La organización política exige la nulidad total de los comicios y solicita investigar presuntos actos de “terrorismo electoral” cometidos a través de fallas en la transmisión de votos.
Entre los problemas detectados, Marlon Ochoa, consejero del CNE por Libre, denunció modificaciones en los códigos de seguridad de dos módulos del sistema electrónico de transmisión de resultados. Aseguró que, aunque la empresa colombiana encargada reconoció cambios en la etiqueta “hash”, el código fuente no se había alterado. Además, señaló que muchos de los sistemas usados llevaban menos de seis días en operación y algunos, apenas cinco minutos, lo que genera dudas sobre la validez del conteo.
Otro hecho que agrava la situación ocurrió en el municipio de San Antonio de Flores, en el departamento de El Paraíso, donde unos 5,000 electores votaron hasta el domingo debido a un presunto tráfico de credenciales que impidió la instalación de 17 Juntas Receptoras de Votos el día de los comicios.
La combinación de retrasos técnicos, denuncias de nulidad y movilizaciones políticas mantiene a Honduras en un escenario de incertidumbre, mientras los distintos actores buscan asegurar la legitimidad del proceso y evitar que la crisis institucional se profundice.
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