El gobierno de Jamaica declaró oficialmente al país como “zona catastrófica” luego del paso del huracán Melissa, un ciclón de categoría 5 que tocó tierra en New Hope, Westmoreland, con vientos superiores a 295 km/h. El fenómeno dejó al menos tres muertos en la isla, más de 6.000 personas resguardadas en refugios temporales y daños severos en infraestructura crítica, incluidos cuatro hospitales, según informaron las autoridades locales.
El primer ministro, Andrew Holness, explicó que la decisión fue tomada con base en las recomendaciones de los servicios de emergencia, tras constatar daños generalizados en carreteras, viviendas y centros de atención médica. “La prioridad principal del Gobierno siempre ha sido la seguridad y el bienestar de todos los jamaicanos. Actuamos preventivamente con la declaración de zona amenazada”, subrayó Holness.
El impacto del huracán generó inundaciones, deslizamientos de tierra, árboles arrancados y techos desprendidos, afectando también las redes eléctricas y provocando cortes masivos de energía. Los servicios de emergencia colapsaron parcialmente ante la magnitud de la crisis, y el transporte público fue suspendido para priorizar la seguridad de los ciudadanos.
Alerta por fauna desplazada
En una advertencia inusual, las autoridades sanitarias de Jamaica alertaron sobre el riesgo de que cocodrilos sean arrastrados de sus hábitats naturales hacia zonas residenciales, especialmente en distritos como Kingston, Saint Andrew, Saint Thomas y Saint Catherine. La Autoridad Sanitaria Regional del Sudeste (SERHA) instó a la población a evitar acercarse a zonas inundadas, mantener a niños y mascotas alejados del agua y notificar cualquier avistamiento a las autoridades competentes.
El ciclón Melissa también afectó a otras naciones del Caribe, dejando al menos nueve víctimas mortales: tres en Haití, dos en Panamá, uno en República Dominicana y tres en Jamaica. Se reportan desaparecidos y comunidades completamente anegadas en varios territorios, mientras las autoridades mantienen la alerta máxima y exhortan a la población a evitar desplazamientos innecesarios.
El paso de Melissa pone a prueba la capacidad de respuesta del país ante desastres naturales, mientras los equipos de emergencia trabajan para restablecer servicios básicos, asegurar refugios y prevenir daños adicionales. Holness indicó que el gobierno activó todos los mecanismos legales y logísticos disponibles para atender la crisis y proteger a la población ante eventuales fraudes o especulaciones en productos de primera necesidad.
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