Los ministros de Exteriores de la OTAN parecen estar dispuestos a frenar las aspiraciones de Ucrania de avanzar en su adhesión a la alianza, en un contexto marcado por el inminente regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Este movimiento refleja las tensiones diplomáticas en torno a la guerra entre Ucrania y Rusia, así como la incertidumbre sobre el enfoque de la próxima administración estadounidense.
Kiev presiona por adhesión y garantías de seguridad
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha señalado que obtener garantías de seguridad y acceso a armamento clave son requisitos fundamentales para que su país considere negociaciones de paz con Rusia. En este contexto, Ucrania busca el respaldo de los ministros de Exteriores de la OTAN, reunidos en Bruselas, para avanzar en su proceso de adhesión.
Zelensky reconoció que persisten resistencias dentro de la alianza: “No tenemos ilusiones: hay algunos países escépticos”. Estas declaraciones reflejan la división interna entre los miembros de la OTAN respecto a la membresía de Ucrania.
Estados Unidos y Alemania frenan el avance de Ucrania
Grandes potencias de la OTAN, como Estados Unidos y Alemania, han manifestado reservas sobre la incorporación de Ucrania a la alianza, temiendo una escalada que podría arrastrarlos a un conflicto directo con Rusia. Además, funcionarios estadounidenses han asegurado en privado que la administración de Joe Biden no respaldará ningún avance significativo en el ingreso de Ucrania antes de que Trump asuma el poder.
“Un gesto de este tipo, un mes antes de la nueva administración, enfurecería a Trump, quien actuaría en contra de esto de inmediato”, afirmó un diplomático europeo.
Ucrania busca apoyo militar inmediato
Mientras tanto, Washington anunció un nuevo paquete de ayuda militar por 725 millones de dólares para Ucrania. Sin embargo, Kiev ha solicitado sistemas de defensa aérea avanzados, como el THAAD estadounidense y el Arrow israelí-estadounidense, para contrarrestar el misil balístico experimental Oreshnik, desplegado recientemente por Rusia.
La entrega de estos sistemas enfrenta obstáculos, dado el tiempo que tomó a Estados Unidos aprobar el envío de sistemas Patriot, de tecnología inferior. Ucrania teme que la ayuda militar se reduzca drásticamente bajo la administración de Trump.
La posición de Trump y Rusia
Donald Trump ha prometido resolver la guerra entre Rusia y Ucrania en cuestión de horas, aunque no ha revelado detalles de cómo lo haría. Su enviado para el conflicto, Keith Kellogg, ha sugerido que suspender las aspiraciones de Ucrania de unirse a la OTAN podría ser parte de un acuerdo de paz, mientras se ofrecen garantías de seguridad alternativas.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido contra cualquier intento de incluir a Ucrania en la OTAN, amenazando con ataques contra edificios gubernamentales en Kiev y países que suministren armas a Ucrania.
La Unión Europea y las posibles misiones de paz
En medio de estas tensiones, la nueva jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, destacó que la membresía en la OTAN representa la “garantía de seguridad más sólida” para Ucrania. Mientras tanto, algunos diplomáticos occidentales han comenzado a explorar la posibilidad de desplegar tropas europeas para hacer cumplir un eventual alto el fuego, señalando que se están evaluando varios escenarios.
El panorama incierto para Ucrania
Con sus fuerzas sometidas a una ofensiva constante en el este del país, Ucrania busca maximizar el apoyo internacional antes de la transición en la Casa Blanca. Sin embargo, la falta de consenso en la OTAN y las presiones diplomáticas de Rusia complican los esfuerzos de Kiev, que se encuentra en una encrucijada política y militar mientras lucha por mantener su soberanía.
También te puede interesar: Donald Trump asistirá a reapertura de Notre Dame en su primer viaje internacional tras la reelección




