El Mediterráneo vuelve a cobrar vidas. Al menos 20 migrantes murieron y entre 15 y 20 permanecen desaparecidos tras el naufragio de una embarcación frente a las costas de Lampedusa, Italia. Los servicios de rescate lograron salvar a al menos 60 personas que viajaban a bordo, mientras que las autoridades italianas y organizaciones internacionales expresan su profunda preocupación por este nuevo episodio de la crisis migratoria en Europa.
El suceso ocurrió a unas 13 millas (22,5 kilómetros) al suroeste de Lampedusa, cuando la embarcación volcó antes de que pudieran llegar los servicios de rescate. Según la agencia AdnKronos, aproximadamente 100 personas viajaban en la nave, muchas de ellas provenientes de países africanos que buscan cruzar hacia Europa.
Los supervivientes fueron desembarcados en la isla, que se encuentra más cercana a las costas africanas, y han comenzado a recibir atención humanitaria.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su “profunda angustia” por este “enésimo naufragio”, en declaraciones del portavoz Filippo Ungaro. La organización inició asistencia inmediata a los supervivientes y reiteró la necesidad de crear y reforzar vías legales para la migración, con el fin de reducir riesgos mortales en travesías irregulares.
Según los primeros reportes, la embarcación fue avistada a las 11:15 horas por un helicóptero de la Guardia de Finanza que patrullaba la zona. La alerta activó a varias unidades de rescate, incluyendo una lancha patrullera de la Guardia Costera, otra de la Guardia di Finanza y una embarcación de Frontex.
Al llegar al lugar, encontraron la nave volcándose con todos los migrantes en el agua, lo que obligó a realizar maniobras urgentes de salvamento en condiciones difíciles.
Cifras alarmantes del Mediterráneo central
Este naufragio se suma a las cifras alarmantes del Mediterráneo central: desde principios de año, unas 675 personas han perdido la vida en intentos de cruzar hacia Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los expertos subrayan que la cifra real podría ser mayor, dado que muchos casos de desapariciones en alta mar no se registran oficialmente. ACNUR instó a los gobiernos europeos y africanos a coordinar esfuerzos para prevenir estas tragedias y brindar rutas seguras y asistencia humanitaria a quienes buscan refugio.
Organizaciones locales en Lampedusa señalaron que la isla, pese a su tamaño reducido, se ha convertido en un punto crítico para la llegada de migrantes y refugiados. Los habitantes colaboran en la atención a los recién llegados, pero advierten que los recursos disponibles son limitados y que la presión sobre la infraestructura local aumenta con cada tragedia de este tipo.
“Es un drama humanitario constante”, explicó un portavoz del municipio, “y necesitamos más apoyo internacional”.
Expertos en migración señalan que factores como el incremento de conflictos en África, la falta de opciones legales de migración y la explotación por redes de tráfico de personas siguen siendo las causas principales de los naufragios. ACNUR y la OIM recomiendan fortalecer programas de acogida, facilitar procesos de regularización y mejorar la cooperación entre países de origen, tránsito y destino.
La comunidad internacional, aseguran, debe actuar con urgencia para evitar que más vidas se pierdan en el mar.
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