El reconocimiento del Estado palestino volvió a ganar fuerza en la arena internacional después de que once nuevos países formalizaran su apoyo a la causa, entre ellos Francia, Bélgica, Luxemburgo, Andorra, Malta, Mónaco y San Marino. El anuncio se realizó el pasado lunes en Nueva York, durante la conferencia sobre la solución de dos Estados y a pocas horas de iniciar la Asamblea General de Naciones Unidas. La medida refuerza la tendencia global a legitimar a Palestina como Estado soberano en medio de la escalada de violencia en Gaza y Cisjordania, lo que eleva la presión política y diplomática sobre Israel, que rechazó la decisión calificándola de “teatro”.
La ola de reconocimientos y sus implicaciones
Con estas incorporaciones, más del 75% de los países con asiento en la ONU han decidido reconocer oficialmente a Palestina como Estado independiente. El movimiento, que en semanas recientes sumó a Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, busca reactivar la vía diplomática frente al estancamiento de las negociaciones directas y la intensificación de los ataques israelíes.
El primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, explicó que este paso “no es el final de un proceso (sino) el comienzo de un renovado compromiso con la esperanza, un compromiso con la diplomacia, el diálogo, la coexistencia y la solución de dos Estados”. En sintonía, el jefe de gobierno maltés, Robert Abela, recalcó que el reconocimiento es “uno de los muchos pasos necesarios para hacer realidad el sueño de la paz”.
El rey Alberto de Mónaco también se sumó a este bloque de países y aseguró que su decisión responde al “Derecho Internacional”, aunque subrayó el apoyo “inquebrantable” del Principado a la existencia de Israel.
Macron impulsa la diplomacia europea
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que el Elíseo reconoce a Palestina y adelantó que otros países europeos seguirían la misma línea. Francia coorganizó la cumbre junto a Arabia Saudí, y el mandatario francés afirmó que “este reconocimiento es la única solución que traerá la paz a Israel a pesar de su reticencia y su miedo”.
Macron condicionó la apertura de una embajada en Palestina a dos puntos clave: la liberación de los rehenes y el establecimiento de un alto el fuego duradero. En su discurso recordó que en 1947 la ONU aprobó dividir el Mandato Británico de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe. “La comunidad internacional cumplió el destino de un pueblo que fue perseguido por milenios, pero la promesa de un Estado árabe sigue sin cumplirse hasta el día de hoy”, lamentó.
Reacción israelí y tensiones en la ONU
La respuesta de Israel no se hizo esperar. Danny Danon, representante del país ante Naciones Unidas, calificó la cumbre como un “teatro” y enfatizó que lo que hace Israel “sobre el terreno es real”. Además, rechazó la legitimidad de una “acción unilateral” de la comunidad internacional y reiteró que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, dará una respuesta.
No obstante, en medio de la tensión, Danon también aseguró que Israel “es una nación pacífica”, aunque los ataques en Gaza y la violencia en Cisjordania continúan generando indignación internacional. Para muchos diplomáticos, el reconocimiento masivo de Palestina no solo busca abrir la puerta al diálogo, sino también presionar a Israel a aceptar de manera definitiva la solución de dos Estados.
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